Por Florencia Gordillo
En Córdoba presentaron este jueves una denuncia por obstaculización del acceso a la ligadura de trompas. La demanda apunta a un médico del Hospital Materno Neonatal que, según consta en el expediente, les pedía "una cartita de amor" a las mujeres como requisito para acceder a ese método anticonceptivo quirúrgico. Además de incumplir la normativa vigente, las abogadas que presentaron la denuncia advierten que es una manera de desalentar la práctica y configura violencia contra la libertad reproductiva, contemplada en la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres.
Piden el apartamiento del jefe del Servicio de Tocoginecología, doctor Francisco José Crespo Roca. También que se adopten medidas urgentes para que las mujeres puedan acceder a la ligadura tubaria. "Lo que buscamos es que la práctica se realice de manera regular. Miramos al futuro, no queremos castigar para atrás", explica la abogada Florencia Pasquale que integra la Clínica Jurídica de Interés Público Córdoba (CLIP), una de las organizaciones que impulsan la denuncia. También Católicas por el Derecho a Decidir y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) acompañaron la presentación, en la que califican las exigencias de discriminatorias, ya que afecta a mujeres de sectores vulnerables que solo pueden acceder a la práctica a través de la salud pública.
En primera persona
"Escribí una carta contándole al médico por qué quería la ligadura de trompas, prácticamente le pedía por favor. Sé que fue un pedido de él, eso me dijeron en Planificación Familiar del Neonatal. Nos daban un papel y escribíamos esa carta. Yo la hice dos o tres veces", cuenta D.
La Ley provincial 9.344 de Anticoncepción Quirúrgica establece dos requisitos para acceder a la práctica: una instancia de consulta --con un profesional gineco-obstetra, un psicólogo y un trabajador social-- para recibir información y el consentimiento informado, necesario para toda práctica quirúrgica que implica anestesia. D. cumplió con los requisitos formales y también presentó la carta que solicitaban en el Neonatal. Ni le dieron constancia de la solicitud, ni le realizaron la práctica. "Iba muchas veces y no lograba conseguir turno. Cuando llegaba a Planificación Familiar, estaban suspendidas las ligaduras o estaba ocupado el quirófano. Un día esperé temprano al médico para hablar con él y explicarle mi caso. Cuando lo encontré, me contestó mal y no fui más. Me dijo que teníamos cinco o siete chicos y que después íbamos apuradas a que él nos ligara, así me contestó", recuerda D.
Y. presentó cuatro veces solicitudes completas de ligadura tubaria en el Neonatal fundamentadas en razones personales y también por estricta recomendación médica. En el 2011, cuando tenía 20 años, presentó la primera. En esa instancia le negaron la intervención tras pedirle la firma de su pareja, y de su madre, solicitud que no está contemplada en la normativa vigente. Tres veces más completó los requisitos formales y no pudo acceder a la práctica. Desde entonces, tuvo dos hijos más no planificados, según consta en la presentación. "Si los médicos están en contra del aborto, que por lo menos estén a favor de la ligadura", dice Y.
La ligadura de trompas es un método anticonceptivo quirúrgico que garantiza el ejercicio de la libertad (no) reproductiva. "Que la mujer pueda planificar la cantidad de hijos que quiere tener es un derecho humano de salud reproductiva, reconocido por organismos internacionales. Pasa que en un hospital, en el servicio de ginecología y obstetricia, hay una mirada muy prejuiciosa sobre las mujeres. No se considera que sean un sujeto de derecho capaz de decidir cuántos hijos tener", afirma Ana Morillo, trabajadora social del Centro de Salud Nº 67 y una de las profesionales que aportarán testimonio por su experiencia territorial.
Denuncia contra el Neonatal
Las dos mujeres denunciantes fueron atendidas primero en el Centro de Salud Nº 57 y derivadas al Neonatal. Según un informe elaborado a partir de la sistematización de las historias clínicas de ese centro, entre 2009 y 2016, 203 mujeres solicitaron anticoncepción quirúrgica allí. De ese número, se completaron 143 consentimientos informados para solicitud de ligaduras tubarias, de las que sólo 18 accedieron finalmente a la intervención.
Según las organizaciones denunciantes, el nosocomio "violaría la ley provincial imponiendo a las mujeres la carga de escribir lo que en el nosocomio se conoce como la 'cartita de amor', dirigida al profesional y exigida como condición para acceder a este derecho".
Betiana Olearo, médica en el Centro de Salud Nº 57, explicó: "La 'cartita de amor' es una arbitrariedad y un obstáculo que imponen desde un lugar de poder. En este caso, lo alarmante es que la barrera la pone la institución", afirma Olearo.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud de Córdoba ratificaron el cumplimiento de la Ley 9.344 y expresaron que "cualquier requisito solicitado por fuera de lo establecido en la normativa vigente constituye una actitud individual, aislada, y se arbitrarán los medios para corregirla".
Derecho a decidir
La Clínica Jurídica de Interés Público solicitó información a la línea nacional de salud sexual y reproductiva (0800 222 3444). De allí surge que el Neonatal tiene 10 entre 2011 y 2018 por obstaculizar el acceso a la ligadura tubárica.
Decidir sobre la vida reproductiva, número de embarazos y cuándo tener hijos es un derecho garantizado también en la Ley 25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Responsable. En esa normativa se especifica que incurren en violencia contra la libertad reproductiva los profesionales de la salud que no asesoren o provean de todos los métodos anticonceptivos, o si se niegan a realizar prácticas lícitas vinculadas a la salud reproductiva.