Son 26 los casos de sarampión registrados en el país en lo que va del año. El brote, que es el más importante desde que en el año 2000 se eliminó la circulación endémica de la enfermedad, tiene su origen en la Ciudad de Buenos Aires, aunque se han registrado contagios en personas que viven en el conurbano bonaerense y otras provincias. Uno de los casos recientes es el de una mujer, que adhiere a los movimientos antivacunas, que “luego de contraer la enfermedad en contacto con una persona en la sala de guardia de un centro de salud porteño, transmitió el sarampión a sus cinco hijos de 5, 9, 13. 16 y 19 años”, informó a Página/12 Cristian Biscayart, director de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud de la Nación. La situación se agudizó en un contexto de faltante de vacunas y de caída en los niveles de vacunación a nivel nacional.
Biscayart dijo que “en buena parte”, el incremento de los casos esta semana es por los seis contagios en la familia que vive en la localidad bonaerense de Ituzaingó, en el marco de “un crecimiento de la enfermedad en la Ciudad de Buenos Aires” que “tiene relación con situaciones similares en Venezuela y sobre todo en Brasil, país en el que contrajeron la enfermedad” algunos de los argentinos afectados. El médico sanitarista Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud y titular de la Fundación Soberanía Sanitaria, le recordó a este diario que el sarampión “es una enfermedad viral de alta tasa de transmisión, casi como la gripe, pero hay una vacuna que es efectiva, lo que llevó a pensar que junto con la rubeola y la poliomielitis, era una enfermedad en vías de ser erradicada, al punto que estuvo 18 años sin circulación interna en el país, pero las políticas negligentes de este gobierno permitieron este rebrote”.
Kreplak señaló que el sarampión “empezó a brotar en Venezuela y en Brasil, pero en Argentina no debería haber sucedido con la tasa de cobertura que teníamos”. Al señalar algunos de los factores del problema en Argentina, sostuvo que "en 2016 se tendría que haber hecho una campaña extra, porque hay personas que por cuestiones inmunológicas no producen las defensas y es necesario aplicar una dosis extra” a las campañas habituales de vacunación. “Eso el gobierno no lo hizo en 2015 ni en 2017, lo hizo en 2018 porque hubo un brote”.
Precisó, además, que “en la última campaña que se hizo en 2012 se llegó al 99 por ciento de la tasa de cobertura, mientras que en la campaña que se hizo el año pasado se llegó sólo al 85 por ciento, pero en Capital Federal y provincia de Buenos Aires el promedio fue del 75 por ciento, y es en esos distritos donde se está produciendo el brote ahora”. Sostuvo que hay “falta de vacunas que no llegan, que llegan irregularmente, centros de salud en los que hay una vacuna sí y otra no”. Otro problema es que “no están llegando a las zonas más vulnerables, porque dejaron de utilizar los camiones hospitales que iban a esas zonas”. Kreplak señaló que “no se puede decir que el problema se debe a los antivacunas, porque eso pasa en algunos países de Europa, donde hay mucha gente que piensa así, pero eso no ocurre en la Argentina”.
Por su parte, Cristian Biscayart aseguró que “el brote actual se está dando, principalmente, entre la población que no tiene edad para vacunarse”, es decir entre los menores de 1 año o “en algunas casos por negligencia, como el de la mujer que apoya a los movimientos antivacunas”. Consideró que se trata de “situaciones aisladas que comenzaron a partir de personas que regresaron de sus vacaciones en Brasil”.
Biscayart confirmó que “en lo que va de 2019 se registraron 26 casos de sarampión, de los cuales 16 corresponden a un brote que comenzó hace dos semanas con el registro de tres casos en la Ciudad de Buenos Aires”. Sobre el caso de la mujer que contagió a sus hijos, explicó que “como ella tuvo síntomas rápido y pudo entender de qué se trataba tuvo el criterio para que sus chicos dejen de ir a la escuela antes de que pudiesen diseminar el virus, lo que nos permitió tener un control de esa situación para evitar que se propague”.
Respecto de los últimos casos registrados, dijo que “algunos de los afectados viven en el conurbano pero pudimos determinar que todos los contagios fueron en la Ciudad de Buenos Aires; la cepa es una variante que es la misma que en estos días tiene un brote sin control en Brasil y que circula por Estados Unidos y Europa”.
Biscayart detalló que “todos los casos confirmados en estos últimos días están vinculados de manera directa con los tres que se registraron hace dos semanas, el sarampión tiene un período de incubación de hasta tres semanas y se vuelve contagioso cuatro o cinco días antes de que se presenten las erupciones”
Respecto de la pertenencia al movimiento antivacunas de la mujer que fue confirmada con sarampión, Biscayart dijo que “es difícil evaluar la incidencia del movimiento antivacunas en estos brotes, pero no podemos soslayarlo porque 6 de los 16 contagios confirmados en este brote son de personas no vacunadas”.
“En encuestas recientes se registra que más del noventa por ciento de los argentinos entiende y valora la importancia de las vacunas, pero después hay minorías que en algún punto funcionan como los terraplanistas y no se rinden ni ante la evidencia científica”, concluyó.