Si toda la comunicación del gobierno nacional está enfocada en negar la realidad, entonces hay que hacer algo para descubrirla. Eso pensó la fotógrafa Mónica Hasenberg antes de convocar a sus colegas para montar una muestra que reflejara la situación social y política de los últimos años. La armaron entre 117 fotógrafos y fotógrafas y 17 colectivos que agrupan a otros tantos. La nombraron Derrumbe (de la euforia del cambio a la Argentina del desamparo), porque para qué apelar a la elocuencia si las fotos muestran hambre, represión, desempleo, injusticias y tristeza. Se inauguró el viernes en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde también se presentó un libro que compila todas las imágenes, pero será una muestra itinerante porque la idea es que recorra ciudades y brindar “un aporte para la comprensión y análisis de estos años en los que nos inundaron de políticas coloniales”, dice la coordinadora de la muestra a Página/12. Hasta el viernes próximo seguirá el tercer piso de la casa de altos estudios, ubicada en Puan 480.
“El sujeto de la muestra es el pueblo arrasado”, sentencia la fotógrafa Sol Vazquez, participante de la exhibición, a este diario. “Las imágenes son síntesis de un pueblo que resistió a pesar de la represiones, de un pueblo excluido tanto por el sistema neoliberal como por el estado, de un pueblo trabajador, activo y pasivo; de un pueblo que salió a manifestarse para sentar las bases de una mejor y más plena democracia”, agrega. Su descripción podría ser la de una sola imagen o la de todas, porque Derrumbe logra algo fundamental en su búsqueda por narrar: la construcción de un relato coral. Son las fotos todas juntas las que dan cuenta de esa “realidad voraz” y ayudan a “construir sentidos y aportar a la memoria”, como dice la reportera gráfica.
El espíritu colectivo fue, de hecho, lo que le dio vida a la exposición. Cuenta Hasenberg que la idea se le ocurrió al ver lo que publicaban sus colegas día a día. “Creo que esta mirada colectiva es la que potencia nuestro testimonio, ya que evita la justificación de la parcialidad”, opina. Y cuenta: “La mayoría de los grandes medios acompañaron la farsa comunicacional del gobierno, pero hubo trabajadores de prensa que no se alinearon y potenciaron su mirada. Si ejercés nuestra profesión es imposible que no veas lo que está sucediendo y eso se nota mucho en la empatía que tiene cada una de las fotos de la muestra”.
Como una postal más de estos años, la muestra se torna inevitablemente autorreflexiva, porque en la crítica a la política de Cambiemos es imposible ignorar la situación de los propios reporteros gráficos. Según reportes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, los despedidos en Prensa superan los 3 mil en Capital Federal desde que empezó el gobierno de Mauricio Macri, y la cifra sube a 4.500 si se contempla el resto del país. La muestra también es de algún modo homenaje a aquellos reporteros y reporteras sin trabajo, y también a quienes fueron brutalmente reprimidos en coberturas callejeras. La foto que ilustra esta nota (y que también está incluida en la muestra), de hecho, fue tomada por Bernardino Ávila, fotógrafo de este diario que estuvo detenido todo un día por cubrir una protesta de trabajadores de Madygraf.
“Las agresiones por parte de las fuerzas de seguridad para con los trabajadores y trabajadoras de prensa se han vuelto más habituales de lo esperado para un gobierno que se jactaba de defender al periodismo. Hay varios ejemplos de cómo ha sido trabajar durante estos años en las calles. Asimismo, nuestra profesión no estuvo exenta del derrumbe económico general”, cuenta Vazquez, que detalla la situación de precarización.
Para mostrar realidades ajenas y propias, la muestra se verá en universidades, plazas, sindicatos y unas cuantas instituciones más. Las fechas y lugares de exposición se irán anunciando en el Facebook homónimo
, donde cualquiera puede consultar. “La imagen sigue teniendo un enorme valor a la hora de testimoniar, pese a la masividad de las fotos que circulan”, aporta Vazquez. “Con esta y otras muestras, la lucha de estos años quedará resguardada en nuestro trabajo para los próximos años”, cierra Hansenberg.