Desde Roma
Por primera vez en la historia de la Iglesia y en un contexto mundial en el que los problemas ambientales están adquiriendo particular relevancia, el papa Francisco inaugura este domingo en el Vaticano el sínodo mundial sobre el Amazonas. Con la participación de obispos y cardenales de todo el mundo pero también indígenas y otros invitados, el sínodo discutirá sobre la realidad amazónica y la de sus pueblos, su valor ecológico y los desafíos que se plantean para la Iglesia.
Ha sido un fin de semana lleno de actividades para el papa Francisco que comenzó el viernes en la basílica de San Pedro con la consagración de cuatro nuevos obispos. Por la tarde, en una ceremonia, luego de plantar un árbol de la localidad de Asis en los jardines vaticanos, el papa consagró el sínodo sobre el Amazonas a la protección de San Francisco de Asis, considerado el primer ecologista de la Iglesia. El sábado, en otra ceremonia en San Pedro, consagró 13 nuevos cardenales de distintos países, dos de ellos latinoamericanos (Cuba y Guatemala).
Hablar de la región amazónica, una selva que se extiende por nueve naciones de Sudamérica (Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana francesa y República de Guyana) ha adquirido aún más valor después de los gigantescos incendios que azotaron la región en los últimos meses y el calentamiento global que está viviendo la tierra y provocando grandes desastres en los distintos continentes. El Amazonas es considerado “el pulmón del mundo” por ser la mayor reserva ecológica del planeta que por eso purifica el aire que se respira en todas partes. Un pontífice como Francisco, que a la ecología dedicó su primera encíclica “Laudato Si”, no quiso dejar pasar la oportunidad y ya en 2017 anunció que se haría este sínodo.
Titulado “Amazonas, nuevos caminos para la Iglesia y la ecología integral”, el sínodo tiene un documento base para las discusiones de sus participantes, el llamado “Instrumentum Laboris” que ha sido el producto de muchos otros documentos elaborados por distintas conferencias episcopales latinoamericanas a lo largo de los años, incluido uno del Celam (Conferencia Episcopal Latinoamericana) de 2007.
El documento final fue elaborado por la secretaría general del Sínodo de Obispos en 2018 y tiene tres partes principales (La voz de la Amazonia, Ecología integral: el grito de la tierra y de los pobres, Iglesia profética en Amazonia, desafíos y esperanzas) y varios capítulos en cada una de ellas. Se abordan, entre otros temas, el Amazonas como fuente de vida, la lucha contra la explotación, los nuevos caminos para el diálogo en general y en particular con los pueblos amazónicos para aprender de ellos, la ecología integral, los cambios sociales que han sufrido, la corrupción y las plagas que ha difundido. Pero también el rol de la Iglesia, que debería tener cada vez más una cara amazónica e indígena y ser una iglesia que escucha el diálogo interreligioso.
“La defensa de la tierra, la defensa de las culturas y la defensa de la vida están intrínsecamente ligadas, como ha dicho el papa Francisco durante su encuentro con los pueblos amazónicos en Puerto Maldonado (Perú), el 19 de enero de 2018”, recordó el secretario general del Sínodo de Obispos, cardenal Lorenzo Baldisseri, en una rueda de prensa realizada esta semana en el Vaticano. El cardenal dijo asimismo que de este sínodo participan todos los obispos del territorio amazónico (114 sobre un total de 185 participantes, la mayoría de los latinoamericanos de Brasil que suman 58), pero también representantes de otras iglesias, expertos, religiosas, e indígenas (17, de los cuales 9 son mujeres). Son 35 las mujeres en total que participan de este sínodo, un número insólitamente alto para lo que son las tradiciones vaticanas, pero sin derecho al voto.
Entre los obispos latinoamericanos estarán representantes eponentes de las conferencias episcopales Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, todos países de la región amazónica, pero también muchos otros de todo el mundo, entre ellos monseñor Oscar Vicente Ojea, presidente de la conferencia episcopal argentina.
Como para llamar la atención además, se informó que los productos que se usarán durante el convenio, desde los vasos para el agua a las bolsas con el material que proporciona el sínodo, serán biodegradables. El papel que se use será provisto de certificaciones de origen, y esto se aclara porque se sabe que parte de deforestación que sufre la región amazónica es por los árboles que sirven para hacer el papel.
“Es importante lo que el papa Francisco dijo sobre la ecología integral. Todo está relacionado. Los seres humanos, la vida comunitaria y la naturaleza. Quien hace mal a la tierra acaba haciendo mal a los seres humanos y viceversa”, comentó por su parte en la misma rueda de prensa el cardenal brasileño Claudio Hummes, obispo emérito de Sao Paolo y presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonia de la Conferencia Episcopal de Brasil, uno de los principales entes organizadores de este sínodo.
El sínodo ha sido motivo de críticas de parte de sectores conservadores de la Iglesia que en general tienen en la mira a papa Francisco. Entre otros críticos, el cardenal alemán Walter Brandmüller, quien expresó sus objeciones al documento de trabajo en un artículo indicando que se trata de un texto “herético” que “debe ser rechazado con la máxima firmeza”. Otros critican específicamente algunas propuestas surgidas de unas 80.000 personas del Amazonas escuchadas en estos últimos dos años, que proponen que los hombres indígenas casados, si respetados por los suyos, puedan ser excepcionalmente ordenados sacerdotes. Esta es una propuesta de los pueblos originarios, explicó el cardenal brasileño en la rueda de prensa, quien subrayó además cuánto son necesarios los sacerdotes en el Amazonas.
El sínodo se extenderá hasta el 27 de octubre y se espera que sus conclusiones permitan dar pasos adelante en la comprensión mundial tanto de la importancia de la región y sus pueblos como de la importancia de una concepción ecológica integral de la vida en general.