El colectivo Historias Desobedientes, Familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, participó de una reunión en la que se discutió cómo es la formación que reciben hoy los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. “La pregunta que se hace el colectivo (y la respuesta debe ser del Estado) es si sigue vigente el sistema que formó a sus padres” y que dio lugar al genocidio que ellos también repudian. Gabriel Fuks, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad --una de las organizadoras del encuentro--, le dijo a Página/12 que “si bien es una respuesta compleja, la máxima coincidencia que se logró es que esa complejidad hoy se trasladó más a las fuerzas de seguridad que a las Fuerzas Armadas”. Como prueba de ello se citó la existencia de la llamada Doctrina Chocobar, con la que se apaña desde el gobierno actual la violencia institucional.
“La tormenta por resolver siguen siendo hoy las fuerzas de seguridad”, señaló Fuks. Agregó que “aunque hubo avances, sobre todo en lo normativo durante el gobierno anterior, el intento de corrimiento en los límites (del accionar represivo) por el gobierno actual vuelve a replantear esa discusión”. Estimó que en las Fuerzas Armadas “la realidad indica que no hay un proyecto de formación autoritaria como el que existía”.
Opinó que la reforma policial "fue una gran oportunidad para cambiar el rumbo, pero el gobierno actual la desaprovechó”. Dijo que el cambio era “crear una policía de investigaciones, en lugar de una policía de control social”. Fuks puntualizó que “todas las cosas que está hoy impulsando el gobierno, como el tema de pedir los DNI como forma de control territorial, tendrán consecuencias sobre los efectivos utilizados para ese corrimiento de los límites, porque cuando la ministra de Seguridad Patricia Bullrich haya pasado al olvido, ellos van a seguir transitando los tribunales”.
En la reunión, Analía Kalinec, del colectivo Historias Desobedientes, presentó un documento en el cual señalaron que han comenzado a “reflexionar sobre las instituciones” en las que se formaron sus familiares, dado que ellos han “nacido y crecido en filiación directa con algún genocida de la última dictadura”. El documento expresa lo siguiente en sus puntos principales: "Desobedecemos la incondicional filiatoria hacia familiares que nos mintieron, ocultaron, y defraudaron. Que fueron capaces de secuestrar, torturar, robar, violar, asesinar y desaparecer. Desobedecemos a la complicidad familiar y al mandato social que nos insta al silencio y nos identifica con el genocida y con el pensamiento genocida".
Por esas razones “es imperioso” que todos los que participaron en crímenes de lesa humanidad “sean exonerados de las fuerzas” porque “no es admisible ni sano para estas instituciones ni para la sociedad en su conjunto, que sigan manteniendo en sus filas a criminales de lesa humanidad”. Del encuentra participaron Luis Duacastella, defensor adjunto del Ministerio Público de la Defensa; la antropóloga Sabina Frederic y otros especialistas.