El Banco Central redujo este lunes la tasa de interés de las Leliq por debajo del 73 por ciento. Se trata de una baja de 2 puntos porcentuales respecto del viernes. Los rendimientos de la deuda de la autoridad monetaria –a pesar de este retroceso- se mantienen en niveles inconsistentes. Este diario calculó cuánto sumarían los pagos de los intereses de las Leliq y de los Pases (nueva inversión de moda entre las entidades financieras) a lo largo de un año. La banca cobraría intereses por 955 mil millones de pesos. El monto es equivalente a 15 mil millones de dólares a la cotización actual del tipo de cambio, cifra similar a todo el superávit comercial que podría llegar a lograr el país este año.

El Central tiene al menos tres alternativas para resolver este desequilibrio monetario. Puede bajar las tasas para evitar acumular nueva deuda en forma exponencial. Puede volver a aceptar nuevas rondas de devaluación para licuar los pasivos monetarios o puede canjear las Leliq en manos de la banca por un bono con vencimiento a largo plazo.

Este último es el principal temor de las entidades financieras. Por eso a partir de agosto decidieron convertir parte de sus inversiones en Leliq a Pases a 24 horas. La estrategia de los bancos no es complicada de entender. Prefieren un instrumento de inversión con un poco menos de rendimiento pero con vencimientos casi inmediatos. Las letras Leliq se cobran a la semana cuando los Pases se pueden rescatar de un día para el otro.

Los balances contables del sistema financiero aportan otros datos interesantes para comprender el desequilibrio acumulado estos años. El patrimonio neto de los bancos se ubicó en julio en casi 750 mil millones de pesos y las ganancias de las Leliq acumularon en torno de 650 mil millones en los últimos 12 meses.

Esto implica que el Central con lo que pagó de Leliq el último año podría haber comprado a valor libro el 90 por ciento del sistema financiero. Otra forma de pensarlo es que 9 de cada 10 pesos del patrimonio neto se explicaron a partir de las inversiones en estas letras de corto plazo. Son simplificaciones pero colaboran para evaluar el nivel de desorden generado durante los últimos años por las tasas de interés elevadas.

Datos duros

Las cuentas para calcular la carga de intereses proyectado a un año no tiene misterios. El monto de la deuda en letras Leliq se eleva a 1,172 billón de pesos. Esto implica que el Central –manteniendo las tasas en torno del 73 por ciento- tendrá que desembolsar unos 856 mil millones de pesos.

Estas letras ya no son el único pasivo monetario importante. Ahora los Pases a un día también empezaron a sumar presión a la deuda de la autoridad monetaria. El stock es de 150 mil millones de pesos y paga una tasa anualizada de 66 por ciento. Esto indica que al cabo de un año el Central debería desembolsar 99 mil millones de pesos.

La suma de los pagos proyectados para las Leliq y los pases equivaldría a 955 mil millones de pesos y si se la pasa a dólares (con la cotización actual del tipo de cambio) se obtienen que una carga financiera de algo más de 15 mil millones de dólares. La cifra representa alrededor de 3 puntos del Producto Interno Bruto y no es muy distinta a la carga de intereses que generaban las Lebac antes de la corrida cambiaria en abril de 2018.