A casi dos años de la primera detención ordenada antes de la Navidad de 2017, finalmente Cristóbal López y Fabián De Sousa recuperaron la libertad. Tras la aprobación por parte de Claudio Bonadio de los seguros de caución, el magistrado libró este martes la orden al Servicio Penitenciario Federal para que fueran trasladados al Departamento Central de la Policía Federal, desde donde se efectivizó la liberación de los dueños del grupo Indalo.

El Tribunal Oral Federal Número 7 había ordenado la libertad de ambos la semana pasada, pero Bonadio dispuso una fianza de 60 millones de pesos, algo imposible de pagar por los imputados cuyos bienes fueron inhibidos por el propio magistrado. De Sousa y López presentaron entonces un seguro de caución que fue aprobado por el juzgado a primera hora y por la tarde fueron liberados

Para los dueños del único canal de noticias no alineado con las políticas del Gobierno de Mauricio Macri conseguir la libertad no fue una tarea sencilla. El seguro había sido presentado el día lunes, pero como lo hicieron fuera del horario de atención, no hubo quien lo recibiera y quedaron 24 horas más en prisión. Al igual que en el caso del titular de Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, los empresarios fueron excarcelados debido a que la causa por la fotocopias de los cuadernos ya se elevó a juicio oral, por lo que no hay posibilidad de que entorpezcan una investigación que está cerrada. Pero dado que se encuentran inhibidos judicialmente, a los tres les costó reunir la millonaria caución que les impuso Bonadio para permitirles salir.

Los titulares de Oil Combustibles habían sido detenidos por orden del juez Julián Ercolini en diciembre de 2017. Pero en marzo de 2018, los jueces Jorge Ballestero y Carlos Farah, integrantes en ese momento de la Sala I de la Cámara Federal, ordenaron liberarlos, ya que ambos estaban ajustados a derecho e imputados por un delito excarcelable –Defraudación al Estado–, por lo que no correspondía la prisión preventiva. Pero luego, el presidente Mauricio Macri salió públicamente a criticar el fallo: “No es lo que habíamos acordado”, expresó, revelando –sin ponerse colorado– que había habido presiones para detener a los titulares del único medio televisivo no alineado completamente con el Poder Ejecutivo.

Luego de eso, la mesa judicial de Cambiemos movió sus fichas para sacar a los camaristas que habían beneficiado a López y a De Sousa y cambió la composición de esa instancia clave, que a cargo de los recién llegados Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, fue revisando y ratificando todo lo actuado –entre otras– en la causa de las fotocopias del cuadernos. La investigación, repleta de denuncias por irregularidades, fue la bandera política del macrismo en su supuesta lucha contra la corrupción.

Finalmente, tras haber permanecido casi dos años en la cárcel, se fueron cayendo todos los argumentos para mantenerlos presos. Primero, la jueza María Eugenia Capuchetti tuvo que ordenar liberarlos tras haberse comprobado que no se habían registrado movimientos para vender bienes a escondidas, como había argumentado Ercolini. Ese había sido el motivo de la primera orden detención. Pero la propia Justicia determinó recién hace menos de un mes que tal maniobra no existió, por lo que se ordenó la inmediata liberación. Sin embargo, aún restaba la preventiva dictada por Bonadio en la causa de las fotocopias. Como se dijo, la misma Cámara que había ratificado las detenciones tuvo que dar marcha atrás.

Ahora, López y De Sousa seguirán los dos procesos en libertad. Mientras la causa de los cuadernos de Centeno tendrá su juicio oral –con fecha de inicio incierta y aún lejos- a cargo del TOF7, el debate por la supuesta evasión de Oil Combustibles, en la que también está imputado Ricardo Etchegaray, se está sustanciando con audiencias todas las semanas en Comodoro Py. La diferencia es que ambos ahora irán cada jueves a los tribunales desde sus casas y por sus propios medios, aunque ya no estarán obligados a presenciar todo el proceso. En la próxima audiencia seguirá declarando De Sousa y Cristóbal López ya adelantó que también quiere ejercer su defensa.

Más allá de las cuestiones técnicas insoslayables, Comodoro Py comenzó a leer los cambios políticos que se avecinan y las prisiones preventivas de ex funcionarios, dirigentes y empresarios relacionados a la gestión anterior comienzan a caerse una a una. En los últimos días ya recuperaron su libertad, entre otros, Gerardo Ferreyra, Fernando Esteche, Oscar Thomas y ahora se suman López y De Sousa. Es el principio del fin de la mentada doctrina “Irurzun”.