El control de cambios no debería afectar a las empresas para comerciar con el exterior, según las resoluciones del Banco Central. Sin embargo, a un mes de instauradas las restricciones, empresas de distintos sectores presentan distintas problemáticas. Por las demoras en el giro de divisas para la compra de insumos con proveedores del exterior, las fábricas temen verse forzadas a paralizar la producción. Por el freno de la herramienta de prefinanciación de exportaciones, las pymes perdieron clientes en el exterior. Además, hay fuertes críticas a la pérdida que genera el spread bancario. En medio de estas problemáticas, el presidente Mauricio Macri realizó una nueva propuesta de campaña, en la que prometió financiar las exportaciones de las pymes.
El domingo primero de septiembre el Gobierno volvió a instaurar un cepo, catalogado por muchos analistas como “light”, por no tener implicancias en el comercio exterior. Sin embargo, en la práctica significó diversos problemas. La primera semana del cepo , PáginaI12 publicó los casos de empresas del rubro textil a las que los bancos les habían dejado de prefinanciar exportaciones, es decir, les negaron el crédito que solicitaban para financiar la producción y poder vender al exterior.
Esos casos puntuales hoy son un problema generalizado para empresas de distintos sectores. “La prefinanciación de los bancos era totalmente habitual. Vendías a plazo y hasta que cobrabas el banco te prestaba para poder seguir operando. Ahora están prácticamente anuladas. Los bancos no te adelantan dinero, dicen que no tienen dólares, así que cuando vendes se te genera un cuello de botella que se transforma en un problema”, dijo Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos. Para sortear esta situación, las pymes se vieron forzadas a vender contra documento de embarque, es decir, de contado. “Tienen que negociar esa condición de pago. Hay países que no lo entienden, lo toman con asombro, y muchos no lo aceptan, por lo que perdés la venta”, informó el empresario. En IPA, los sectores más perjudicados son el metalúrgico, textil y alimenticio. Un dirigente de la industria alimenticia que prefirió no ser mencionado aseguró que algunos bancos no restringieron en su totalidad las prefinanciaciones, pero las que antes se hacían en un ciento por ciento, ahora se prefinancian a la mitad, u obligan a cancelar la anterior antes de dar una nueva. “Se complica un poco, pero no es causal para dejar de exportar”, aseguró.
Otra de las problemáticas observadas tiene que ver con las demoras de los bancos en aprobar el giro de divisas a un proveedor del exterior. “La mercadería ya ingresó y el proveedor te reclama el pago, pero en el banco te dicen que por demoras operativas te postergan la transferencia”, explicó Aldo Lo Russo, secretario general de la cámara que agrupa a industrias metalúrgicas (Camima). “Tomamos con mucha preocupación estas señales, porque hay insumos que no se fabrican en el país, como el acero, y tenés que importarlos. Ya de por si estamos trabajando poco, si encima se complica la importación, directamente vamos a ver plantas que tengan que parar”, adelantó Lo Russo, aunque aseguró que todavía ninguna empresa tuvo que llegar a ese punto límite.
Un tercer inconveniente es el que surge por el aumento de costos que significa exportar, cobrar el dinero pesificado y luego pagar costos en dólares. Jose Luis Lopetegui, secretario del sector de comercio exterior de la Cámara de la mediana empresa (CAME), aseguró que las empresas que exportan tienen que liquidar las divisas a los 5 días, a un tipo de cambio de 54 pesos. Desde el Banco Central explican que esta liquidación se hace al tipo de cambio comprador. Pero luego, con esos pesos, las empresas tienen que pagar costos en dólares, como puede ser el flete. “Las compañías marítimas cobran con el dólar a 62 pesos. Hay un defasaje injustificado. En el spread bancario perdés mucho”, explicó Lopetegui. Antes, ese flete se podía pagar en dólares con las mismas divisas que ingresaban a la cuenta bancaria producto de la exportación. Puntualmente detectaron esta situación por los exportadores de mueble de madera de Misiones. Como ejemplo, contó sobre una reciente exportación de 40 mil dólares, con un flete de 3000 dólares. Como por cada dólar se “pierden” 7 pesos, sólo en esta operatoria el empresario debe pagar 20 mil pesos de más.
Los préstamos bancarios disminuyeron 12,8 por ciento entre septiembre y agosto, es decir, 1970 millones de dólares, según información publicada por el Banco Central en el informe monetario mensual. Según explicó la entidad, esto se debió a dos razones. Por un lado, para que los bancos tuvieran liquidez para atender el retiro de depósitos en dólares. Y por el otro, porque hubo compañías que refinanciaron deudas en moneda extranjera con créditos en pesos.