La restitución de su condición de socios a los desaparecidos que estuvieron empadronados en los clubes del fútbol argentino puede ser un mojón en la memoria colectiva. Banfield trazó un camino cuando les devolvió su status societario a once hinchas que estaban empadronados. Pero la AFA, como organización que centraliza la representación de todas sus entidades afiliadas, se debía un reconocimiento institucional. El presidente Claudio Chiqui Tapia le envió una carta a su par de Banfield, Lucía Barbuto, a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y a otros organismos de Derechos Humanos donde les informa que la asociación está dispuesta a “impulsar y apoyar toda acción similar en los clubes de nuestro fútbol argentino”.
En el texto que tiene fecha del 3 de octubre, el dirigente saluda la decisión del Taladro: “Me complace saber que Banfield es el primer club que restituye la condición de asociadas a todas aquellas personas que fueron socias de la institución y revisten la condición de detenidas-desaparecidas o víctimas del terrorismo de Estado. Esto significa, en sí mismo, un acto de justicia y como tal es imposible que nuestra Casa no acompañe la iniciativa”. La carta fue dirigida a Barbuto, la única mujer que preside un club de fútbol afiliado a la AFA donde se les entregaron carnets a los familiares que dicen: “Se le restituye la condición de socio por decisión de la CD, 3 de Octubre de 2019”.
“Ahora sabemos que en 200 años alguien va a mirar el padrón de socios y no se encontrará con nuestros nombres, pero sí con los de estas once personas desaparecidas”, comenta el abogado Sergio “Cherco” Smietniansky, del espacio Banfield por los Derechos Humanos. En el club recibieron el simbólico carnet con efectos jurídicos muy precisos a nivel institucional, familiares y amigos de los detenidos-desaparecidos Alberto Pera, Alejandro Hansen, José Pablo Ventura, Eduardo Streger, Germán Gavio, Raúl Ceci, Mario Pierrepont, Leonel Saubiette, Ricardo Chidichimo, Roberto Matthews y Silvia Streger. "Los once de la memoria”, como decidieron llamarlos en la institución del sur del Gran Buenos Aires.
El acto de reparación se realizó el jueves 3 en el estadio ante una gran cantidad de socios e hinchas. Tapia no pudo asistir, pero ese mismo día envió la carta que acaba de conocerse. En el primer párrafo el dirigente escribió: “Con mucha alegría me dirijo a ustedes para acompañar este acto tan importante, donde once compatriotas recibirán un justo homenaje de parte del club de sus amores. Este tipo de acciones no hacen más que resaltar la labor institucional de las entidades de nuestro fútbol y como Presidente de nuestra Asociación, eso no hace más que llenarme de orgullo”.
En la AFA también tienen una nota que envió Claudio Morresi, el ex secretario de Deporte de la Nación, ex futbolista y coordinador del Espacio del Deporte y los Derechos Humanos que funciona en la Ex Esma. En ella pide que se les realice un homenaje a diecinueve jugadores desaparecidos: Raúl Brú, Luis Ciancio, Ignacio Cisneros, Ricardo Cuesta, Ricardo Del Río, Daniel Favero, Pedro Frías, Alberto Garbiglia, Juan Carlos Luna, Carlos Manfil, Gustavo Olmedo, Francisco Pana, Hugo Penino, Rodolfo Prestipino, Antonio Piovoso, Eduardo Requena, Carlos Rivada, Ernesto Rojas y Heldy Santucho.
Dos de esos futbolistas participaron de los campeonatos directamente organizados por la AFA en la década del 70. El arquero Antonio Piovoso integró el plantel de Gimnasia y Esgrima La Plata en 1973. Disputó tres partidos por el torneo Metropolitano de ese año. Era suplente de Hugo Gatti y estudiaba arquitectura en simultáneo en la Universidad pública platense. Continúa desaparecido desde el 6 de diciembre de 1977. El otro es Ernesto David Rojas. Jugó como delantero diez partidos en el torneo Nacional de 1970 para Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Debutó en la cancha de Boca el 4 de septiembre de aquel año. Su equipo participaba por primera vez en un campeonato oficial de la AFA. La CNU lo asesinó el 18 de marzo del ’76, seis días antes del golpe.