Dice Alex Anwandter que volver lo entusiasma. Que siente como una deuda. Si bien participó de la última edición argentina del Festival Lollapalooza en marzo, y a pesar de haber tocado en Córdoba también este año, no tuvo la oportunidad de dedicarle a Buenos Aires la presentación de “Latinoamericana”, su último disco. Dirá también que de alguna forma se siente conectado con esta ciudad, que nuestras crisis sociales, y constantes, lo interpelan y que el viernes 11 tiene ganas de hacer un show largo.
El fascismo, la clase política y burguesa. Las dictaduras, el racismo y la iglesia. La represión sexual, la misoginia, el homo y el transodio. Todo ese universo de deterioro y disciplinamiento social cabe en el foco de disputa y en la propuesta de baile de Alex Anwandter. Su intención es agruparnos en la pelea, conectar a partir de una historia, de las opresiones compartidas. Alex, entonces, explora temáticamente esa caja oscura para desmantelar a un entramado actual y cotidiano cooptado por los colonialismos.
El lanzamiento de su disco “Rebeldes” por diciembre de 2011, concuerda cronológicamente con el brutal ataque homodiante a Daniel Zamudio, el joven chileno al que le tatuaron esvásticas en su piel con el pico de una botella y murió después de semanas de agonía. Daniel fue seguidor de Alex, habían interactuado por internet. La canción "Cómo puedes vivir contigo mismo", el segundo sencillo del disco, sonó en su funeral. En el video lanzado meses después, Alex le rinde homenaje al documental “Paris is Burning” y a la escena queer de Santiago. En 2016 dirigió la premiada película “Nunca vas a estar solo” basada en el crimen de odio de Zamudio. En febrero de este año Alex recibió el premio Maguey Ícono Queer en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Su visita a la Argentina viene coronada con la reciente reedición del disco “Rebeldes”, en versión vinilo y CD. La semana pasada se estrenó en las redes el video de “Axis Mundi”, segundo single de “Latinoamericana”, su última placa. En simultáneo sincroniza esfuerzos entre el próximo film y las canciones de un nuevo disco. Bienvenidxs al planeta Anwandter.
¿Qué te produce estar nominado a los Grammys por tu disco “Latinoamericana”?
Es un tipo de validación, en este caso es como de pares de uno, de una industria bastante grande de la que yo estoy al margen, pero no deja de ser como grato que a mis pares músicos de Latinoamérica y en Estados Unidos también les haya gustado este disco en particular, porque es un disco que tomó ciertos riesgos temáticos. Y esta nominación es como que recompensa a este riesgo también.
¿Cómo definirías a ese riesgo temático?
El riesgo temático más que el tema en sí es el hecho de tocar los temas por el sencillo hecho de que puede resultar como algo comercial o atractivo. Como inmediatamente accesible y entretenido hablar de temas políticos serios y a veces muy oscuros. Este desembarco del fascismo no es la cosa más entretenida de la que podamos hablar, sobre todo en música popular. A eso me refería como un riesgo, evidentemente yo también sufro amores y desamores, y quiero salir a bailar, y he escrito de eso bastante. Pero también me preocupan estos temas que son igualmente urgentes, pero son serios y quizás un poco más difíciles. Hay que hacer un esfuerzo para comunicarlos.
Y vos admeás proponés una especie de baile de protesta…
Absolutamente. Yo he escogido hace bastante también el lenguaje de la música popular bailable para hablar estos temas porque el baile es una experiencia súper colectiva tradicionalmente. Me parece que esa experiencia colectiva que se da en bailar o en los shows donde estamos todos en una especie de comunión juntos, es un espacio ideal para esos diálogos sobre temas sociales.
¿Con eso tendrá que ver que “Latinoamericana” sea un disco necesario?
Lo pienso en términos sociales porque esencialmente las semillas del ultraconservadurimos o fascismo si crecen se transforman en cosas muy peligrosas que ya hemos vivido. Por eso ese afán historicista del disco y también por eso la urgencia que tiene más que un mensaje en contra, un mensaje que analicemos esta cosa en conjunto una vez más.
Unidos por dominados…
Uno de los hilos históricos que toca el disco es que no solo hemos compartido luchas del pasado como el colonialismo o las dictaduras latinoamericanas de los 70 sino que hoy estamos en las mismas luchas. O sea, dentro de mi experiencia latinoamericana está súper presente la lucha que hicieron mis amigas muy cercanas argentinas en relación al aborto. Y eso también a mí me da una perspectiva, me impulsó un poco a aumentar mi perspectiva desde donde escribía. Y alejarme de Chile, que el disco “Amiga” es un disco que escribí como para Chile. Darme cuenta que en verdad entre todos estos países estamos en lo mismo generalmente.
Sí, nos envuelve un avance liberal y conservador, pero también abrazamos a una fuerza popular organizada.
Que se retroalimenta de país a país. Es lindo. Nosotros desde Chile por ejemplo observamos todo el movimiento, la lucha para legalizar el aborto como algo inspirador. Obviamente que hay una minoría de la población que lo ve con horror, pero son una minoría siempre.
Ambos discos a los que referís se nombran en femenino y a partir de dos conceptos igualmente potentes: amiga y latinoamericana.
Realmente desde hace un tiempo que casi todo mi trabajo tiene esa dimensión de cuestionar estereotipos, roles, presiones, opresiones de géneros. Un espejo de eso son los títulos también. Y también la manera en yo hablo de mí mismo y hablo de mis relaciones. Está como todo permeado por el género y las violencias que lo cruzan y también por mensajes como más esperanzadores como el título del disco “Amiga” o “Latinoamericana”, dicho en femenino.
Estás trabajando en un próximo disco que va a diferenciarse de “Latinoamericana”, ¿más pop? ¿Quizás más bailable?
Absolutamente. Como que creo que para “Latinoamericana” me interesaba desmarcarme de la percepción de mí también. Todo lo que yo hacía era como bailable y la verdad es que me importaba. Siento que no es esa la función de los artistas; la de estar simplemente entreteniendo todo el rato. Podemos expresarnos en distintos tempos, distintos ritmos y una balada puede ser igual de importante que una canción ultrabailable. Entonces, “Latinoamericana” en algún grado era mi manera de decir eso también. No todo lo que yo hago está diseñado para entretener. Ahora creo que por eso me dieron muchas ganas de hacer música bailable de nuevo porque no era tan bailable como otras cosas. Y me sorprendí a mí mismo haciendo la música más bailable que creo he hecho en mucho tiempo.
¿Y cómo se va a bailar en Buenos Aires?
Estoy súper entusiasmado. Siento muchas energías bien intensa allá a lo lejos con respecto a este show. Y yo quiero hacer un show largo la verdad. Como un poco pagando la deuda, y cantar canciones de casi todos mis discos. Y estar ahí un buen rato, como en especie de carrusel de intensidad. Y mis shows en general son bien, así como de mucho baile. Mucha emoción. Y todo tipo de locuras.
Alex Anwandter se presenta el viernes 11 de octubre a las 20:00 Hs en Niceto Club.