El Loteo 208, ubicado en el kilómetro 3 de la ruta provincial 36, es el resultado de la última etapa de entrega de terrenos sociales que realizó la intendencia de Campo Quijano durante junio de 2018. En estos últimos meses los vecinos han tenido que denunciar reiteradas ocupaciones de familias que aludían tener papeles formales sobre los mismos lugares.

“Todas las personas que habían ido a tomar los terrenos nos dijeron, delante de la Policía, que habían sido mandadas por el intendente Manuel Cornejo”, dijo a Salta/12 la vecina Liliana García. El Loteo 208 aún no tiene garantizado los servicios, los terrenos de 10 por 20 están sin nivelación y las familias adjudicatarias reclaman por la inseguridad sufrida por parte de los que llaman “ocupas”.

Ayer los vecinos se dirigieron a un terreno porque veían “movimientos raros” y “nos damos con que había una carpa”, contó el referente, Carlos Guanuco. Agregó que al hablar con la mujer que estaba en el lugar, esta le contó que el lote “se lo había dado el intendente hace dos semanas atrás”.

“Nos dimos con que la familia que estaba ahí, vivía hace quince días y que también tiene papeles, al igual que la primera”, expresó García. La segunda familia tenía la fotocopia de una tenencia precaria y la ubicación del terreno, añadió.

Las dos familias que se encontraron en el terreno, llamaron al 911 y la segunda fue desalojada por la Policía. Según el relato de vecinos, la mujer desalojada dijo que habló con el intendente y que este le dijo que “con ese papel se ubique en el terreno”.

Actualmente se encuentran viviendo en el Loteo solo diez familias, las demás están en etapa de construcción de sus viviendas.

Guanuco aseveró que la adjudicación de los 199 terrenos se hizo en su totalidad en junio de 2018 y con la presencia del intendente. Sin embargo, esta operación otorga la tenencia precaria, por lo que los vecinos vienen exigiendo su titularización. Hasta ahora sin respuesta por parte del municipio.

Los terrenos del Loteo 208 fueron denominados “sociales” y tramitados desde la municipalidad. Sin embargo, quien aparece como titular del espacio es el intendente quijanense. “En la cédula parcelaria, que figura con el catastro 13455, lo que se puede leer es que en el boleto de compra venta aparece a favor Manuel Cornejo”, declaró Guanuco.

Salta/12 intentó comunicarse con el intendente pero no hubo respuesta.

Inseguridad

Desde la semana pasada, los vecinos frenaron seis ocupaciones. “Es una constante”, lamentó Guanuco. Comentó que la última vez que se juntaron con el intendente fue en agosto y que le anoticiaron que las personas que se acercaban a instalarse a los terrenos lo nombraban. “Él lo negaba y preguntaba cómo iba a mandar a gente a tomar los terrenos que ya habían entregados. Nos aseguró que cada uno iba a mantener su lote”, recordó.

Los vecinos han presentado notas a la municipalidad, pidieron ayuda al Concejo Deliberante, solicitaron reuniones con el intendente, pero no tienen respuestas formales desde la entrega en 2018.

“Cuando empezaron los seis meses a correr para hacer la posesión de los terrenos, empezaron las usurpaciones”, dijo García. Continuó: “Habíamos quedado con el Concejo Deliberante en establecer una ordenanza en la que se diga que el tiempo de posesión del terreno empiece a correr cuando sean instalados los servicios, pero el intendente nunca lo aprobó”.

García agregó que en el municipio de Quijano se sortearon 900 terrenos. “Hay una lista de familias que fueron sorteadas y no se les entregó el terreno aún. Esas mismas personas están esperando”, asintió.

En este sentido agregó que la preocupación de la entrega de terrenos se instala en el contexto electoral. Con los resultados de las PASO, Manuel Cornejo, que acompaña al Frente Olmedo Gobernador, salió cuarto. Dejando casi nula la posibilidad de reelección.

“Ya sabemos los resultados de las elecciones y estamos sabiendo que lamentablemente el intendente no va a entregar los terrenos”, enunció García. Añadió que los vecinos están “con miedo” porque “sabemos que hoy o mañana pueden tomar tu terreno”.

“La realidad es que estamos ahí, alejados de todos y sin servicios”, lamentó. “No podemos correr el riesgo de irnos a vivir con nuestros hijos. No nos podemos ir a vivir así”, concluyó García.