Crisis y fobias

En la medida que la crisis económica se agudiza van emergiendo con fuerza más elementos ideológicos para camuflar los dispositivos de dominación y explotación.

En efecto, no por casualidad brotan a la superficie todas las miserias expresadas en el racismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia y las más diversas formas de estigmatización principalmente de las clases subalternas.

Ya lo explicaba Herbert Marcuse, las crisis del capitalismo van acompañadas por mecanismos ideológicos que justifican la expoliación y el control social apuntando no solo a la explotación de los cuerpos sino también a la manipulación psicológica.

La cosificación es un proceso integral. La represión cotidiana del capital queda encubierta por la propaganda que busca generar falsa conciencia dando vía libre a atrocidades diversas.

La individuación capitalista modela personalidades egoístas, dóciles y obedientes. La base de su predominio es el sometimiento.

Al decir de Gilles Deleuze la captación de voluntades a las que les impone la servidumbre al sistema.

Según Fernando Ulloa, este escenario del terror es propicio para el despliegue de la crueldad. El sórdido presente así lo confirma.

 

Carlos A. Solero