En el inicio de mes se acentuó la demanda de dólares por parte de grandes inversores y el precio del contado con liquidación, la opción para dolarizarse a través del mercado, amplió más su brecha respecto de la cotización oficial. En casas de cambio y bancos porteños la divisa se vendió este miércoles a un promedio de 60,29 pesos, con un ajuste de 5 centavos. En tanto, la opción bursátil para adquirir las divisas tuvo un costo de 67,39 pesos, con un aumento de 40 centavos, lo que amplió la diferencia al 15,1 por ciento respecto del oficial. Una regulación que se enfocó en evitar el rulo cambiario pero que deja abierto el canal de fuga explica la ampliación de esta diferencia.
“También hay un componente de riesgo que le suma volatilidad a la operación, además de la percepción de que las reservas del Banco Central no alcanzan hasta diciembre”, explicó a PáginaI12 el analista financiero del Centro de Economía Política, Germán Muiño. Las reservas cayeron en 73 millones de dólares, hasta los 47.913 millones. En el segmento mayorista, la divisa avanzó 14 centavos, hasta 57,99 pesos para la venta y el Central redujo en 91 puntos básicos la tasa de interés de las Leliq al 70,98 por ciento anual.
Desde las PASO el stock de reservas se contrajo 18.396 millones de dólares –había 66.309 millones el viernes anterior a los comicios-, a partir de una mayor demanda minorista que requirió de un refuerzo oficial de la oferta para evitar que continuara la disparada en el precio. La caída de los depósitos en moneda extranjera también explica parte de la caída. Las colocaciones en dólares de la primera semana promedian una baja interanual del 23 por ciento, según las cifras difundidas del Banco Central. Según cálculos de distintas consultoras, el Central está perdiendo reservas a un ritmo de 100 millones diarios, lo que equivale a 2000 millones por mes, de los cuales 1200 millones se explican por compras de minoristas. El resto es por caída de los depósitos en moneda extranjera, pagos de deuda y compensación de los distintos canales de fuga.
El cepo del gobierno generó rápidamente una demanda de divisas por canales informales para luego especular en la Bolsa. Lo que se conoce como el rulo cambiario implicaba utilizar los dólares adquiridos por un canal formal, como el home banking, con ellos adquirir algún bono y venderlo en pesos para obtener una diferencia respecto de la cotización implícita en los precios de estos papales. Luego se vuelven a comprar dólares, con un monto mayor al sumar la diferencia. Las regulaciones del Banco Central y la Comisión Nacional de Valores buscaron impedir esta operación para ganar en pesos con el contado con liquidación, pero dejaron abierta la posibilidad de usarlo como canal de fuga.
“Las regulaciones tienen que ver con desalentar la compra del bono en dólares, pero si se hace en pesos, mecanismo de fuga, no hay límites. En el primer caso se genera la oferta, al ingresar los dólares. Este canal está obstaculizado. Mientras, la demanda para fugarlos creció en los últimos días. Esto explica que siga aumentando el precio. Lo que queda claro es que ese canal de salida de capitales el gobierno no piensa frenarlo”, dijo Muiño. El record que se pagó por la operatoria fue 73,23 pesos el 13 de septiembre pasado.
En el mercado formal el Central recurre a importantes volúmenes de venta de reservas para mantener la paridad cambiaria, mientras ensaya una leve baja de tasa de interés con la intención de dar una señal antes de las elecciones. A las ventas del Central se sumó la oferta de bancos oficiales, pese a lo cual la divisa aumentó 14 centavos a 57,99 pesos en el mercado mayorista. El volumen operado en el segmento de contado fue de 335 millones de dólares. El dólar blue sumó 25 centavos a 61,75 pesos.
En la Bolsa porteña el índice de acciones líderes registró una baja de 0,8 por ciento, aunque el principal castigo recibido por los activos argentinos fue en Nueva York. En medio de una jornada negativa en Wall Street ante los riesgos que genera la pelea comercial entre Estados Unidos y China, los ADR de empresas nacionales perdieron casi un 7 por ciento: Supervielle cayó 6,7 por ciento, seguido por Pampa Energía (-6,6) y Transportadora Gas del Sur (-5,9).