En las primeras semanas del juicio oral en el que se indaga sobre la relación con el narcotráfico del intendente de Paraná, Sergio Varisco (Cambiemos), cinco policías y uno de los imputados aportaron datos sobre oscuras vinculaciones entre funcionarios del municipio y la banda liderada por Daniel “Tavi” Celis. “La plata salía de la Municipalidad”, llegó a decir el perito de la Policía Federal Carlos Frías, encargado de desgrabar las escuchas telefónicas en las que se menciona la relación de Celis con estrechos colaboradores de Varisco, acusado de financiar las actividades ilegales. El imputado Cristian Javier Silva, ex funcionario municipal, señaló por su parte que la agrupación política liderada por Celis colaboró no sólo en la campaña que llevó a Varisco a la intendencia, en 2015, sino que también acompañó a Mauricio Macri en el ballotage que lo llevó ese año a la Presidencia de la Nación.
En el juicio oral se unificaron dos causas: la de la Narcoavioneta, por el hallazgo de un cargamento de droga en las afueras de Paraná, y la del Narcomunicipio, en la que están imputados Varisco, el exconcejal de Cambiemos Pablo Hernández y la exsubsecretaria de Seguridad de la comuna, Griselda Bordeira. El banquillo de los acusados es ocupado por 34 personas, dos equipos de fútbol más 12 suplentes. La complejidad del caso hizo que, luego de la lectura de la acusación y los primeros testigos, los jueces del Tribunal Oral Federal de Paraná dispusieran un paréntesis hasta el martes próximo, para ordenar la continuidad del proceso. La mayor expectativa está en la indagatoria a Varisco, pero para eso falta mucho, porque antes deberían hacerlo muchos de los imputados y una parte de los cien testigos que serán convocados.
Varisco fue excusado de asistir a las audiencias que no lo involucren en forma directa y ahora es mucho más difícil que concurra, luego de la operación que sufrió tras ser agredido en la calle por tres personas. Recién este miércoles le dieron el alta en la clínica donde estuvo internado.
Uno de los testimonios importantes fue el del policía federal Frías, quien estimó que de las conversaciones que escuchó surgiría que los fondos para financiar el narcotráfico provenía del municipio, mientras que el centro de operaciones era la Unidad Municipal 2. “Escuché, interpreté, desgrabé y envié”, dijo el policía federal al exponer sobre los vínculos entre el municipio y el narcotráfico. De todos modos, admitió las limitaciones de su investigación: “Era tan grande la organización que no se podía vigilar a todos”. Frías fue el testigo importante de la quinta jornada. En la acusación que llegó a juicio, se afirma que Varisco y Celis firmaron un acuerdo para que el hombre señalado como jefe narco en Paraná colaborara con dinero y acciones a la campaña de Varisco, a través de la Agrupación Vecinalista del Oeste. Para retribuir el apoyo, Varisco debía aportar sumas de dinero mensual a la organización delictiva. Además, designó personas vinculadas a Celis en la plantilla municipal, a la vez que aportó camiones municipales para la distribución de estupefacientes. Frías aseguró que Celis “tenía manejo en la Municipalidad, le pedía a empleados que la Brigada de Barrido vaya a tal lado, que arreglara la iglesia, que le mande tal o cual camión y tenía un mecánico a disposición de ellos”.
Tras el secuestro de la avioneta con droga, en mayo de 2017, Celis fue detenido y desde ese momento las órdenes se daban, desde la cárcel, a través de un teléfono celular con el que contaba el jefe de la organización. Frías, en coincidencia con la acusación que hizo el juez federal de primer instancia Leandro Ríos, dijo que escuchó “un audio sobre una plata que iba a recibir mensualmente”, aportada por la Intendencia. “Una suma de 50 mil pesos mensuales, que se la iba a llevar un tal González, de la Municipalidad”. Otras pruebas reunidas en la causa hacen mención a sumas mucho más importantes, además de la logística que se aportaba desde la Unidad Municipal 2.
Todo parece indicar que esos 50 mil pesos eran para que Celis cumpliera con una de sus dos esposas, Luciana Ernestina Lemos, cuyo testimonio en el juicio puede marcar uno de los puntos más altos. En su casa fue donde se encontró un cuaderno con anotaciones de sumas de dinero y de nombres que aportaban y compraban estupefacientes. Uno de los nombres era el del intendente Sergio Varisco. El policía Frías precisó que “entre los más de 15 teléfonos intervenidos” se encontraba el de Alan Viola, del área de Tránsito de Paraná, quien “se encargaba de llevarle ese dinero a Lemos”. El policía agregó que “muchas veces” le escuchó decir a Viola “que la plata salía de la Municipalidad”. Celis le aconsejaba a su ex mujer: “Pateale el despacho, metete, decile que tenés un hijo, que te dé toda la plata junta", ya que la hacían ir muchas veces al municipio donde le daban dinero de a 10.000 a 20.000 pesos.
Sobre el concejal Hernández, detenido en la causa, el policía aseguró que era “muy amigo de Celis”. Los dos solían hablar de “una plata que le debían (a Celis) de la campaña y de la Fiesta Nacional del Mate y hablaban de que Hernández fuera un nexo con Varisco”.