Después de comprar banderas a 100 pesos o a 50, según el tamaño, una multitud con fuerte presencia de adultos mayores se reunió ante el llamado de Mauricio Macri, máximo líder y candidato presidencial en la fórmula de Juntos por el Cambio . El “juntos” es por Miguel Pichetto, el político que provocó el meme más ingenioso de los últimos días: “Cuando pienses que cometiste una equivocación en tu vida, pensá en Pichetto”. Leer nota completa
Cambiamos
Es difícil de entender a esta gente. No solo por lo que dicen. Usan y abrazan a la bandera argentina para identificarse, pero su pensamiento y sus acciones son contrarias al sentimiento de patria que parecen expresar. La mayoría reniega de su país. Quieren parecerse a Europa (solo la occidental, a no confundirse) o a EEUU. Yo, como muchísimos, que somos descendientes de inmigrantes que bajaron de los barcos, sería para ellos la inmigración buena. Los hermanos latinoamericanos sería la inmigración mala: lleno de narcos, vagos, chorros y demás. Sería bueno recordar que a principio del siglo XX, para la oligarquía terrateniente autóctona, esos que bajaban de los barcos eran una chusma ignorante a la que había que explotar. Parece que solo cambiamos de explotador.
Hugo41
Meritocracia
Siempre hay un relato histórico que considera que los «verdaderos pobres» eran los de antes y que los pobres de ahora no tienen la «virtud suficiente como pobres» para merecer lástima, limosna o ayuda. Esta señora, que no se me hace descendiente de diaguitas ni de patagones, seguramente es nieta o hija de una inmigrante que bajó del barco con una mano atrás y otra delante. (Pues si fuera descendiente de los Álzaga Unzué claramente no estaría en esa marcha hablando así a las cámaras.) Pero esa inmigrante que pasó tantas humillaciones, en opinión de un esclavista del siglo XVII o de un aristócrata del siglo XIX no habría sido una «pobre de verdad», porque aun hacinada en un inquilinato, escuchaba la radio, vivía en una pieza con un Primus y una letrina, y podía ir a la fábrica en tranvía. Para buena parte de la sociedad, es como si un pobre necesitara dar pruebas fehacientes de indignidad, de privación extrema, de existir en condiciones infrahumanas, para que alguien piense «Epa, señores, qué horror. Aquí nos hemos pasado de la raya, hagamos algo por esta gente» y piense que eso es obrar con buena conciencia cristiana (o judía lo que fuere).
Sin embargo, todos los demás pobres, que están un poco por arriba de esa indignidad extrema, que tienen un celular o se tiñen el pelo, son «falsos pobres», son impostores de la pobreza. Lo que merecen no es la solidaridad sino la severa sospecha de que su necesidad es mentirosa o manipuladora, que es picardía para conseguir ayuda, que se debe a alguna falla moral o tara propia de la clase. Por lo cual, la única respuesta posible es cerrarles las puertas, denunciarlos y esperar que hagan Mayores Esfuerzos: o bien para terminar de descender y «convencer de que son realmente indignos» o bien para volverse «decentes de verdad» y saltar (vaya a saber cómo) la verja electrificada que los separa de la humanidad con derechos. Esta señora ha borrado de un plumazo doscientos años de ciencias sociales y ha sintetizado en una frase de aplastante llaneza el pensamiento meritocrático en toda su complejidad. Gracias al macrismo por generar tanta síntesis y poner en foco un importante origen de los problemas actuales.
Paula_T
Pertenecer
Los que adhieren a los que escribían "Viva el cáncer", a los que bombardearon Plaza de Mayo, a la junta militar del proceso, los que en movilizaciones contra CFK tenían carteles con Cristina ahorcada o entre rejas, no me preocupan tanto. De tanto verlos y escucharlos, uno ya sabe desde el arranque que es lo que dirán cuando se les pone frente a un micrófono. Tienen una vida holgada, no padecen el ajuste, incluso se han beneficiado con las políticas de gobiernos que excluyen a los que menos tienen. Me preocupa más el votante del PRO que no estaba en esa manifestación queriendo participar, no porque estaba trabajando, tal vez se trate de un desocupado más, de otro excluído, que padeciendo sigue apoyando a este modelo. Sabe de antemano que será rechazado por esta gente, por su aspecto, por portación de cara y calidad de la pilcha. Simpatiza con Macri y es pobre, es para mí un caso de estudio, y que no es exclusivo de nuestro país. He trabajado con ingenieros brasileños, que vivían en barrios pobres, y que lograron recibirse gracias a los programas de educación de Lula-Haddad que creó universidades y que ahora están de acuerdo con las medidas de congelamiento de inversión en educación que comenzara Temer y que continúa en Bolsonaro. Creo que el comportamiento tiene origen en rechazar todo aquello que recuerde de dónde vienen. Los circunstantes de la plaza del "Sí, se puede", niegan la pobreza. No existe, como el resultado de las PASO, nunca ocurrió. Si ven a algún indigente en la calle, dicen que son militantes K pagados y reclaman que se lo saque del lugar. Hay que evitar ver el pasado de su progenie, las anécdotas que contaban de cuando venían en los barcos, hacinados, escapando de la miseria de Europa. En algo tienen razón, ser pobre no significa que sean buenas personas, de hecho sus parientes que lograron status social, no fueron en muchos casos buenas personas con sus empleados, ni con su parentela con menos fortuna. Una vez leí que para saber realmente como era una persona, sólo había que darle algo de poder. Con ello asoma la esencia de su alma.
Jotace
El odio
Viene de antes de Perón. Antes de Perón era desprecio, con Perón se sumó el miedo y ambos sentimientos se convirtieron en odio. El 18 de octubre de 1945, "La Nación" se preguntaba en una crónica de los sucesos de la víspera: "¿Quiénes eran aquellos seres extraños, vestidos de manera estrafalaria, que invadieron las calles y llegaron a la Plaza?" (cito de memoria, pero era ése el sentido). Esos "seres extraños" eran sus peones, el carbonero, la sirvienta y la cocinera, la empleadita de la modista, el repartidor, el albañil... eran la "gente de servicio" a la que habían mirado sin ver a su alrededor. En esa fecha los vieron como PUEBLO, como fuerza que irrumpía en su realidad. Y no les gustó lo que vieron. NUNCA LES GUSTÓ porque los vieron y empezaron a temerles.
Ana1957