La histórica fábrica de Caseros, en el conurbano bonaerense, de la empresa de motocicletas Zanella amaneció cerrada y 75 trabajadores fueron notificados de su despido. El resto del plantel fue convocado a trabajar el martes que viene. El fuerte achicamiento de la firma se suma al cierre de las fábricas de Córdoba y Mar del Plata y los despidos en San Luis. En Caseros, los trabajadores venían sufriendo desde hace meses fuertes retrasos salariales e incumplimientos de parte de la patronal, que argumenta una situación de crisis por el derrumbe del mercado interno y la suba de los costos. Hernán Torres, secretario adjunto de la UOM de 3 de Febrero, dijo que el gremio pidió "una audiencia en el Ministerio de Trabajo de San Martín y la conciliación obligatoria". Desde la UOM advierten que la empresa quiere despedir pagando la mitad de la indemnización correspondiente por ley, a pesar de que el procedimiento preventivo de crisis no estaría aprobado. "Pedimos ayuda a organismos públicos nacionales, provinciales y privados para conseguir financiamiento o medidas paliativas. No hemos podido alcanzar una situación de equilibrio", justificó Zanella.
Desde hace casi tres meses que los metalúrgicos de la planta no cobran los sueldos y hace dos semanas que dejaron de tener tareas que cumplir ya que la empresa no les envía insumos. En los últimos días, el portón de ingreso a la fábrica contó con una guardia policial. Los operarios vienen percibiendo sólo 3500 pesos de Repro -el subsidio que pone el Estado para auxiliar a las empresas en procesos preventivos de crisis- más pagos semanales parciales, que hace tres semanas se cortaron. Muchos de los afectados no pudieron seguir los servicios en sus casas y hoy están con la luz cortada.
“Somos trabajadores con entre 12 y 30 años de antigüedad, con especializaciones múltiples”, señaló el delegado Andrés Palacio, que denunció que la intención de Zanella es “achicar la fábrica para venderla mejor”, con la mitad de sus empleados. En la UOM aseguran que hace menos de un mes el lugar fue visitado por inversionistas interesados en comprar las instalaciones. El presidente de Zanella, Walter Steiner, fue uno de los empresarios del sector más entusiastas de la llegada de Mauricio Macri al gobierno. En 2017, el presidente autorizó incluso a Zanella por decreto a fabricar un camión de diseño chino en la Argentina; sin embargo, este proyecto nunca se concretó.
El empresario ha atribuido públicamente la crisis de Zanella a la caída del consumo interno. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Repúblicas Argentina (ACARA), el patentamiento de motos cayó un 46,7 por ciento interanual en septiembre y en el acumulado de 2019 lleva un descenso del 45 puntos. Pero además, la compañía viene llevando desde antes un proceso más estructural, de reemplazo de la producción propia por importaciones chinas. La fábrica llegó a tener 600 personas en esta planta de Caseros hasta 2016, pero en los últimos tres años pasaron “de fabricar la moto entera a ensamblar sus partes. La moto llega de China prácticamente completa y acá ahora sólo estábamos haciendo su armado”, cuentan los trabajadores.
Zanella tenía cuatro plantas -además de la de Caseros, otras en Cruz del Eje, San Luis y Mar del Plata-. En agosto cerró dos las de Cruz del Eje y Mar del Plata y en San Luis la situación es muy inestable, con despidos y suspensiones.