“El Banco Central ya ha comenzado a perder el control de la emisión monetaria”, advierte el ex-ministro Domingo Cavallo en un reciente posteo en su blog. “Si bien es altamente probable que el Gobierno deba disponer muy pronto la suspensión temporaria de todos los pagos de la deuda pública en dólares... ... es inimaginable que pueda volver a suspender el pago de las Lecap, además de tener que pagar en los plazos originales las Lecap y las Letes en manos de personas humanas”, profundiza el padre y sepulturero de la convertibilidad. “Todos estos pagos, más los que se harán necesarios para financiar el déficit fiscal remanente de cada mes, ahora que ha desaparecido totalmente el crédito público interno y externo, darán paso a una expansión muy rápida de la cantidad de pesos en circulación”, continúa relatando. Luego señala que esa emisión no podrá ya ser absorbida por las Leliq para las que “ya no hay más espacio”, por lo que “el descontrol monetario llevaría rápidamente a una hiperinflación” por ahora pospuesta por la “introducción de controles cambiarios”.
El análisis del ex funcionario de la dictadura, Menem y De la Rúa parte de una situación real. Cerrado el crédito externo desde mayo del año pasado y el crédito interno desde el reciente default parcial de Letras, el déficit público deberá financiarse mayormente con emisión monetaria. El contexto de elevada incertidumbre cambiaria genera una baja demanda de pesos, por lo que la emisión va a alimentar la demanda de dólares. De esa manera, de no mediar los controles cambiarios, la emisión induciría pérdidas de reservas y luego subas del dólar. Si la emisión creciera violentamente podría inducir una devaluación descontrolada que termine en una hiper.
Pero la emisión que induce el pago de Letras parcialmente defaulteadas no tiene dimensiones que permitan adjudicarle semejante peligro. Hasta 2020 se pospusieron pagos de Lecap por 72.119 millones de pesos (equivalente a unos 1200 millones de dólares) y de Letes por 1117 millones de dólares. Una cifra que aún cuando fuera totalmente a alimentar la demanda de dólares, podría ser aún atendida con las reservas. Además, si el propio Cavallo avisora una “suspensión temporaria de todos los pagos de la deuda pública en dólares”, no hay razón para descartar una nueva suspensión de los pagos de las Lecap y Letes que hoy cotizan a valores de default.
Al respecto, una suspensión de los pagos de deuda eliminaría el déficit público, ya que el objetivo de equilibrio fiscal primario está a la vuelta de la esquina. De esa manera, las fuentes de emisión monetaria se verían bajo control evitando una presión excesiva sobre el mercados de cambio. De evitarse la cesación de pagos, el sendero fiscal y externo dependerá de los términos de la renegociación de las deudas, tanto en el perfil de vencimientos como en el acceso a nuevo financiamiento.
Por último, mientras permanezcan los controles de cambios, el exceso de emisión monetaria (que no sea absorbido por Leliq -que aún tienen margen con ciertas modificaciones-) presionará sobre el dólar paralelo, ampliando la brecha cambiaria, pero con un impacto menor en términos de inflación.
@AndresAsiain