La crisis es terminal. Millones sufren hambre, pobreza y desocupación. Se llegó al extremo de una brutal recesión con alta inflación, una enorme fuga de capitales y un endeudamiento feroz. Está claro, Macri ya fue. Se va repudiado por millones. Lo dijimos en 2015, votar equivocadamente a Cambiemos para sacarse de encima al kirchnerismo iba a traer todo esto.
La Argentina está postrada bajo los dictados del FMI y una deuda que para los políticos patronales es la prioridad. En el Presupuesto 2019 se destinaron más fondos para el pago de sus intereses que para salud, educación y ciencia y tecnología.
Alberto Fernández y el Frente de Todos han dicho que no van a romper con el Fondo Monetario sino que van a renegociar la deuda porque va a permitir crecer y así empezar a solucionar los males sociales. ¿Dónde se logró esto? Utilizan de ejemplo a Uruguay y Portugal, pero allí se atacaron los salarios, se redujeron las partidas sociales y se aplicó la flexibilización laboral. ¡Miremos Ecuador! Todo un pueblo se levantó contra el ajustazo en los combustibles y una reforma laboral antiobrera exigida por el FMI.
Si el propio Fernández dice que la plata del Fondo Monetario fue para financiar la fuga de capitales, ¿por qué está reconociendo esa estafa? Ni un dólar entró para salario, trabajo o para reactivar la economía.
Un posible gobierno del Frente de Todos terminará aplicando un nuevo ajuste para cumplir con el FMI. Alberto Fernández lo sabe, por eso propone un pacto social con la UIA, los grandes empresarios, los burócratas sindicales y la bendita Iglesia Católica para frenar las luchas.
Con el Frente de Izquierda Unidad acabamos de realizar un multitudinario acto en el Obelisco levantando una verdadera salida de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas, no los traba jadores. Decimos No al FMI y que se deje de pagar una deuda ilegítima y fraudulenta. Con lo que se paga mensualmente solo de intereses se podría aumentar 100% el salario mínimo de cuatro millones de trabajadores o $20.000 a 3,5 millones de jubilados para que salgan de la indigencia. Si se frena la fuga de capitales tendríamos u$s30.000 millones para construir un millón de viviendas populares. Y si se reestatizaran las empresas privatizadas y se nacionalizaran el petróleo y el gas tendríamos las palancas económicas para implementar un plan económico obrero y popular que combata de raíz los males capitalistas que deja Macri.
No hay que dejarse engañar. El voto útil es el que sirve para enfrentar el actual ajuste y el que vendrá y que permita fortalecer una alternativa política para pelear por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Llamamos a votar la fórmula Nicolás Del Caño-Romina Del Plá y a las candidatas y candidatos que integramos las listas de la mayor unidad de la izquierda conquistada con el FIT-Unidad aportando desde Izquierda Socialista nuestros referentes: Mónica Schlotthauer, Laura Marrone, Jorge Adaro, Mercedes Trimarchi, el Pollo Sobrero, Liliana Olivero y más luchadoras y luchadores.
* Candidato a diputado nacional por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad.