A los 14 años, Sofía Medina apenas disimula el pudor cuando dice que "es la primera vez" que gana algo. Su poema "Mensaje" fue seleccionado para el libro Literatura en Flor, por un jurado integrado por Leonardo Oyola, Maia Morosano y Juan Manuel Godoy. Sofía comenzó el taller de escritura creativa en el marco del programa Nueva Oportunidad en marzo pasado. En verdad, quería ir al taller de hip hop pero su amiga tenía otros planes, así que decidió ponerse a escribir. En verdad, al principio tenía miedo de que fuera como en la escuela, pero la sorprendió "el primer curso", como ella dice, con el "profe" Ignacio Benítez, y un grupo de chicas que son "re gambas". "En el curso se me alentó a escribir", dice sobre su experiencia en el espacio que funcionaba en el club Reflejos, de Empalme Graneros y hoy se trasladó a La Cabida, en barrio Ludueña.

Hija del referente de la comunidad qom Miguel Medina, Sofía recibió de premio la publicación y tres libros. El primero que leyó, 112, de la escritora rosarina Marianela Luna, le "encantó".

"Veánlo./ Piénselo./ Háganlo./ Vuelvan a ver, vuelvan a pensar, mejoren lo que hicieron./ Cámbienlo./ Ayuden al mundo a ser mejor./ Esas pequeñas acciones que logran grandes cambios,/ pequeñas palabras con grandes mensajes,/ no se dejen llevar por el qué dirán/ pues sus palabras son como el barco de papel en canaleta/ la corriente misma se lo lleva./ Dejen de pensar si los van a ayudar o no./ háganlo ustedes./ sean el cambio que quieren ver en el mundo/ transfórmenlo y háganlo mejor." es el poema que forma parte de Literatura en flor, publicado por Biblioteca Argentina, Dirección de Juventudes y la Municipalidad de Rosario. El tema que desvela a Sofía es la contaminación.

Sofía fue a recibir el premio con toda su familia, y le regaló los ejemplares que le dieron a la directora de la escuela San Diego

 

Su poema nació de ese desvelo. "Nos llegó como una invitación para participar en un concurso, y participamos todas. Y creo que eran 20 ganadores", relata Sofía y el "profe" Nacho le recuerda que la temática era la transformación. "Entonces yo ahí estaba en casa, era como una tarea que estaba haciendo, estaba desinspirada, buscando rimas con transformación. No se me ocurría nada, y justo en ese momento saco el celular para ver si encontraba algo, y vi un video... Yo estoy muy enfocada en el tema de la contaminación, matar animales, todo lo que tenga que ver con eso, y justo vi un video de eso, y de ese video salieron más videos, y así estaba mirando, yo dije transformación, por qué no transformamos el mundo, y ahí se me ocurrió el poema", resumió su proceso creativo. Ahora, quiere seguir escribiendo aunque no cree que "bastante". Le agradece al profe que las aliente a escribir.

Sofía fue a recibir el premio con toda su familia, y le regaló los ejemplares que le dieron a la directora de la escuela San Diego, de Juan José Paso y Junín, y a su profesor de literatura, Gastón Flores. Su papá se ufana: "De la escuela siempre me llamaron para felicitarme, de mis cinco hijos". Miguel tiene cuatro hijas y un hijo. "También fuimos con mis dos sobrinitos", recuerda Sofía.

Cuando cuenta cómo se enteró del premio soslaya una crítica a su papá. "Ni siquiera yo me había enterado porque no tenía celular en ese entonces, mi celular se me había perdido y ahí tenía toda la información con el profe y todo. Una de las mamás de las compañeras que viven cerca de mi casa me lo dijo cuando me fui a comprar. 'Sofi llegó un mensaje y ganaste', me dijo. Y yo dije '¿qué gané?' 'Ganaste el concurso'. Y le fui a contar a mi papá, que no me presta atención. Después viene y me dice 'un amigo mío me dijo que una niña de la comunidad ganó un premio y yo le dije: Soy yo, te lo dije'". Miguel sonríe, y también se siente incluido en lo que escribe su hija. "Es el reflejo de lo que yo hago, y ella parece que lo ve, por eso anda por las luchas por los derechos. Siempre estoy con el tema", dice.

Benítez cuenta la dinámica del taller, donde asisten sobre todo chicas. "Les doy ejercicios creativos, como puntapié inicial, pero el taller lo hacen ellas. Una lee y todas opinan sobre el texto, siempre con respeto y surgen temas que se prestan a la discusión. Esa es la idea, un día hablamos de poesía clásica, de verso libre, otro día sobre diferentes autores de narrativa, formas de narrar, sobre cómo crear un personaje, o un diálogo", enumera el "profesor". Lo que propone es que quede una hora de cada encuentro para leer los textos. "Nos escuchamos, y me parece que funciona, porque se da una relación ahí. El taller lo terminan haciendo entre ellas, la grupalidad hace el taller".

Para Benítez, lo "interesante de lo literario es llegar a los barrios, donde los chicos y las chicas tienen un montón de cosas para contar de manera literaria, que no es lo mismo que dar un testimonio. Ellos hablan de los mundos y en cada texto, o en cada poesía, hay un mundo de ellas". Subraya que no sólo Sofía ganó el premio, también Gabriel Acosta, que está en un contexto de encierro y participa del taller que brinda La Bemba del Sur para el Nueva Oportunidad. "Es bueno romper con lo endogámico de la cultura y la literatura que sucede en el centro, que todos siempre se terminan leyendo entre ellos y no están las voces de los pibes", apuntó. Subraya que otras integrantes del taller publicaron en una antología de Jóvenes escritores de la editorial Ciudad Gótica y algunas escriben en el diario El Ciudadano, a través del Nueva Oportunidad. A Sofía, el premio, y la trayectoria del taller la alienta a "seguir escribiendo". Y ya sabe lo que le gusta crear: poemas.