El aeropuerto internacional de Ezeiza suspendió ayer los aterrizajes por las malas condiciones climáticas imperantes en esa zona. Ante esa circunstancia, varios de los aviones más grandes de las compañías eran derivados a la terminal de Rosario, que se convirtió en una plataforma de desfile de enormes aeronaves atestadas de pasajeros, para una estación aérea que sólo en emergencia puede albergar ese tipo de demanda. Las plataformas de Ezeiza se encontraban saturadas porque los aviones no pueden despegar ante la imposibilidad de realizar los servicios de rampa, que por protocolo de seguridad no se concretan cuando hay actividad eléctrica, informaron fuentes aeroportuarias.