“Durmieron sobre cartones, se taparon con los cartones y usaban de almohada los bolsos. Una compañera sobre la otra. Todas abrazadas para no tener frío” y encima “sin comer y sin dormir”. Así describió una agente de la Policía Bonaerense el estado de “desidia” y “desorganización” que vivieron anoche las policías destinadas a custodiar el Encuentro Nacional de Mujeres, en la ciudad de La Plata.
El relato corresponde a uno de los audios en los que varias mujeres policías denunciaron las condiciones que debieron “padecer” por orden del gobierno de María Eugenia Vidal. Según los testimonios, las que “peor la pasaron” fueron las 200 que se desempeñan en la fuerza en la localidad de Tres de Febrero, el distrito gobernado por el macrista Diego Valenzuela.
Según los diálogos, las que viajaron hasta La Plata desde Tres de Febrero “ni siguiera les dieron comida”. En cambio, “a las de San Martín, aunque sea el municipio (gobernado por Gabriel Katopodis) le llevó comida”, dijo y remató: “Se borraron todos los jefes”.
“Nos tiraron en un galpón”, dijo una. “Tres se descompusieron por hipotermia y hay otra a la que le bajó la presión, se cayó y se abrió la cabeza”, narró otra.
Debido a las condiciones en que fueron alojadas en la noche previa a enviarlas al destino que les habían asignado, hubo algunas “que se atrincheraron en la (Escuela Juan) Vucetich”, relató otra policía en otro audio.
“A las 4 de la mañana nos terminaron de fichar, sacaron el arma, la tonfa y (nos mandaron) a la calle. Todavía estamos esperando el relevo”, contó una que tuvo que viajar hasta La Plata con su hijo y a quien dejó en la casa de un familiar. “Ya no hay lugar para instalarse”, contó y describió la situación de varias como ella:
“Las chicas la pasaron muy mal porque no había lugar en ningún lado, ni en la Vuce ni en la Donta ni en Caballería ni en Infantería. Todo lo que nos prometieron era todo mentira”, criticó en alusión a los destinos y cuarteles de alojamiento que las autoridades les habían asegurado que tendrían.
La misma agente prosiguió: “Estamos en el medio de la nada, en la boca del lobo, cerca del bosque de La Plata, pero somos cuatro. En todos lados fueron dos nomás” que quedaron “sin el arma”, o sea “regaladísimas”. Y además, “sin baño sin nada caliente sin resguardo de la lluvia ni del granizo”. “¿Te pensás que los móviles pasaron a dar por lo menos a dar un té o un café?”
“A un comisario le dije: ‘Jefe, estas chicas adónde van a descansar? ¿No podemos bajar las que estamos en el módulo a cocinarles algo?’. Me dijo: ‘Yo me quise meter pero tu jefe de comando me dijo que se arreglaba’. No sé qué va a ser de estas chicas, que son como 200”, narró otra policía, que describió todo como “una desorganización, una desidia que te da una pena”.
Otro audio que trascendió es el de una agente que pareciera responderle a un policía varón que le habló de supuestas condiciones “parejas para todos” los que estuvieron allí. “No es parejo para todos –enfatizó-, porque Tres de Febrero fue el último en llegar y fue el que más padeció.
“Nos tiraron en un galpón. Estamos durmiendo todos tirados esperando el lugar que nos asignaron” para custodiar. “Hay compañeras que llegaron y las mandaron en plena lluvia a los lugares asignados” y hay otras que están “sin comer, sin dormir”. “No es parejo para todos, porque la mayoría pudo dormir”.
La policía que dijo haber viajado hasta La Plata con su hijo contó que hubo un momento en que se quebró: “No lo puedo creer, tengo unas ganas de llorar –le dijo a su interlocutora-. Mirá que soy re poronga, soy una hija de puta laburando. Pero estas cosas te juro que me parten el alma por las compañeras.”