Los problemas en su muñeca ya son historia, la Copa Davis ganada en el cierre de 2016 le permitió ponerle el broche de oro a su año de resurrección y ahora Juan Martín Del Potro va por todo en 2017: en su primer torneo buscaba llegar a la final anoche nada menos que al canadiense Milos Raonic (número 4 del mundo) en una de las semifinales del ATP 250 de Delray Beach, que se juega sobre superficie rápida y reparte premios por 534.625 dólares.
Fue un arranque previsible. Los dos se hicieron valer de su gran saque y en los primeros games solo cedieron unos pocos puntos. Sin embargo, Raonic encontró un quiebre clave, se puso 5-2 con el saque y forzó un triple set point al servicio de Delpo. El tandilense salvó el primero con un saque ganador, el segundo con una devolución afuera del canadiense y el tercero gracias a un error no forzado de revés. Entonces, un ace le dio ilusión y, aunque el 4 del mundo generó su cuarta chance de quiebre, fue el argentino el que recortó distancia. Claro que todavía faltaba que Raonic fuera al servicio, donde no tuvo fisuras y con su quinto ace se llevó el set por 6-3. El segundo llegó al tie break y fue 7-6 para el canadiense.
Delpo, ubicado en el puesto 42 del ranking mundial de la ATP, jugó dos veces con Raonic, con una victoria en la final de Tokio 2013 y una derrota en el Masters 1000 de Canadá del mismo año. El tandilense fue campeón en Delray Beach en 2011 y semifinalista el año pasado. En esta edición superó al sudafricano Kevin Anderson (75), al bosnio Damir Dzumhur (79) y al local Sam Querrey (35). En la otra semifinal, el estadounidense Jack Sock (21) venció a Donald Young (69) 6-4 y 7-6 (2). Para lograrlo salvó el único punto de quiebre que enfrentó en el partido y ganó los últimos siete puntos del tie break del segundo set.