Para todos los que lo conocieron era simplemente Zloto, mucho más fácil de pronunciar que el Marcelo Zlotogwiazda que exhibía en su documento y con que firmaba sus notas. El nombre con que lo conocieron los antiguos lectores de Página/12, una aventura periodística que acompañó por largos años desde el comienzo.
Economista de profesión, fue devorado por la pasión de informar y transmitir eficazmente a sus lectores los más intrincados procesos de la Economía, traduciendo el lenguaje académico al castellano más coloquial, para que cualquiera pudiese informarse sin falsos tecnicismos de las novedades en el área. Novedades que sin duda afectarían la vida de todos.
Se recibió en 1982 en la Universidad de Buenos Aires, trabajó como becario casualmente en el Grupo Macri y poco después empezó a publicar en el mensuario El Porteño y en el semanario El Periodista. De allí saltó a la radio como columnista en el programa Sin Anestesia de Eduardo Aliverti. Pronto se convirtió en un destacado redactor de este diario, donde desarrolló impactantes investigaciones, fue el encargado de poner en marcha el suplemento Cash y llegó a ocupar la jefatura de la sección Economía.
Siempre riguroso, concentró su atención en todos los temas relacionados con la distribución del ingreso, en particular la política impositiva.
Su capacidad comunicadora lo llevó a la radio (donde participó de programas como Rompecabezas, Aire comprimido o La vuelta de Zloto) y la televisión (donde fue uno de los protagonistas de Día D con Jorge Lanata y de Periodistas junto a Adrián Paenza y Ernesto Tenembaum, con quien compartió por años Palabras más, palabras menos en TN). En el último tiempo actuaba como presentador del programa Desafío 20.19 en C5N y como conductor de El horno está para bollos en Radio con Vos.
En el medio, tuvo tiempo para emprender investigaciones periodísticas de largo aliento, que se plasmaron en sus libros La mafia del oro y Citibank vs. Argentina.
Hace unos meses empezó su lucha con un cáncer de colon. A los 61 años, en la noche de este triste martes, se despidió.