El empresario Lázaro Báez decidió postergar su indagatoria en el juicio que afronta por presunto lavado de dinero. El imputado, que está detenido en el penal de Ezeiza y había pedido declarar por primera vez desde el inicio del proceso, no asistió a la audiencia ante el Tribunal Oral Federal 4. El arrepentido guionado Leonardo Fariña sí declaró y reiteró que todas sus operatorias fueron a partir de órdenes de Báez.
El otro ausente fue el ex dueño de la financiera SGI, Federico Elaskar, quien sufrió un accidente y “hubo que darle 40 puntos en una pierna”, informó su abogado José Manuel Ubeira.
La abogada del empresario patagónico, Elizabeth Gazaro, informó que Báez declarará cuando termine la ronda de testimoniales y de ampliaciones de indagatorias. Los jueces recordaron que no está obligado a declarar y que si lo desea podrá hablar el miércoles próximo. También pospusieron sus declaraciones el abogado y el contador del empresario, Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, y su hijo Leandro Báez.
Quien volvió a declarar fue Fariña, el “colaborador” que recibió capacitación de la AFI sobre obra pública para ensuciar a ex funcionarios kirchneristas. Reiteró que hubo maniobras de lavado por 265 millones de dólares y que él intervino en la primera parte de la compra de la financiera SGI y también del Campo Entrevero, en Uruguay, para Báez.