La Guardia Costera italiana encontró esta semana los restos de un barco que trasladaba migrantes y que naufragó el pasado 7 de octubre antes de llegar a la costa de Lampedusa. La embarcación llevaba 50 personas a bordo, de las cuales solo fueron rescatadas 22 con vida. Entre los restos del bote de madera, hallado a 60 metros de profundidad, se encontraron doce cadáveres, entre ellos el cuerpo de una mujer abrazada a su bebé.
Las imágenes de los cuerpos en el fondo del mar son estremecedoras. Fueron tomadas por los buzos de la Guardia Costera cuando recorrieron los restos del barco. La imagen del cuerpo de una mujer abrazada a un bebé no fue difundida pero sí confirmada por las autoridades.
"Ver ese cuerpecito echado en el fondo al lado de la que probablemente era su madre ha sido un puñetazo en el corazón", confesó en una entrevista a La República Rodolfo Raiteri, jefe del equipo de buzos.
Para Raiteri, el hecho de que los cuerpos “hayan permanecido así de juntos” hace pensar que la mujer intentó sostener al bebé hasta último momento. "Nunca estás preparado para algo tan fuerte", se lamentó el jefe del operativo.
El resto de las imágenes muestran lo que para los rescatistas que trabajan en el mar Mediterráneo es el drama de todos los días. Cuerpos, ropa y restos de embarcaciones precarias que flotan entremezclados.
Según declararon los funcionarios, los equipos de buceo de la Guardia seguirán trabajando en la embarcación para lograr sacar a la superficie a todas las víctimas.
Desde la ONG Open Arms denunciaron en Twitter que los migrantes "buscaban una Europa en paz y les atrapó el fondo del mar". "Malditos sean los verdugos. Ojalá no les deje dormir", sostienen.