Conduce de lunes a viernes un programa de radio y también está al frente de un ciclo televisivo. Sin embargo, y lejos de renegar del vértigo de la noticia del día a día, Alejandro Bercovich quiso dejar plasmado en un soporte más duradero aquello que relata e investiga desde que asumió Mauricio Macri: la brutal política económica de su gobierno. Con foco en lo que llama “el ciclo de endeudamiento mas vertiginoso de la historia de la humanidad”, el periodista y economista estrenó esta semana Fondo. Otra vez la misma receta, película documental que explora los vaivenes de la vuelta de la Argentina al Fondo Monetario Internacional. Allí aparece en primera persona para narrar el “recorrido político, económico y culinario por las recetas del FMI”.

Lo de “culinario” no está puesto en vano en la descripción que él mismo hace del film, sino para hacer referencia a la metáfora utilizada para contar las recetas, los ingredientes, los cocineros y los comensales del gran paquete de la entidad financiera internacional. Con la ayuda del chef Juan Bracelli, Bercovich va desarmando la cocina de los poderosos y revelando las conexiones que hay entre “los comensales”, aquellos países que recurrieron al FMI y quedaron presos de sus órdenes de ajuste y austeridad. Así, el periodista de C5N y Radio Con Vos se entrevista con referentes y dirigentes de Grecia y Portugal, dos casos que explora para pensar la experiencia argentina, y explica con claridad, dinamismo y recursos teatrales de qué manera se cae en la “trampa” que determina “la vida de los pueblos por muchísimos años”.

Consultado por Página/12 sobre si la historia que cuenta es una tragedia (en la que los personajes son arrastrados inevitablemente hacia un final desastroso) o bien un drama (donde los elementos trágicos se mezclan con cómicos), el economista asegura que trató de hacer lo que siempre hace cuando trabaja: “Si hay cosas para indignarse, yo prefiero reírme un poco para permitir otro tipo de reflexión, y creo que en la película pusimos guiños para que lo mismo le suceda al espectador”, dice.

-¿Se sorprendió cuando Macri admitió por primera vez haber “iniciado conversaciones” con el Fondo Monetario Internacional?

-No, en tanto desde diciembre de 2017 ya había rumores. Después, ya cuando vino Christine Lagarde a la Argentina fue evidente que no era una visita protocolar y simplemente académica. Lo que sí sorprende es cómo en un solo ciclo de gestión el gobierno aceleró tanto las fases que suele tener una crisis a lo largo del tiempo. Este es el primero gobierno que defaultea la deuda emitida por él mismo, que le estalla en sus propias manos antes de entregar el mando. Y también sorprende cómo puede ser que haya tenido este desenlace un gobierno apoyado por el establishment y por las empresas más importantes del mundo.

-Dijo en otra entrevista a propósito de este estreno que deberían pasar dos cosas de acá en adelante: que el pueblo salga a la calle contra el FMI y que se enjuicie a los responsables de este acuerdo. ¿Lo ve factible en la Argentina que viene?

-No sé si es factible que ocurra. La renegociación de la deuda monstruosa va a tener que estar acompañada por la sociedad. Es necesario que la gente tome conciencia de que condiciona el futuro de nuestros hijos, y de que no es una cuestión técnica y financiera que hay que mantener en la esfera de los que saben, porque eso es lo que nos hizo chocar con el mismo problema una y otra vez, desde la dictadura para acá. Respecto a lo de que sea judiciable, lo digo porque la única forma de que un delito medioambiental o económico desde el Estado no se repita es que quienes lo hicieron carguen con la responsabilidad de manera penal e individual. Que sea algo ejemplar, que el próximo secretario de finanzas lo tenga que pensar dos veces antes de endeudarnos como (Luis) Caputo, (Guido) Sandleris o (Federico) Sturzenegger.

-Dijo que quiere que el documental sirva de aprendizaje. ¿Vale para todo la región?

-Sin dudas, de hecho creo que llega en un momento ideal para que se discuta en toda América latina. Ecuador está en llamas por un programa pactado por el FMI, con medidas abaladas y dictadas por él; Perú en crisis política pese a ser el niño mimado del Fondo, a tal punto de que allí se hizo la asamblea anual de 2016; y muchos otros países entrando en crisis como la nuestra, un país cambiando de signo político con un presidente derritiéndose.

-¿Por qué Fondo es un documental y no, por ejemplo, un libro? ¿Qué potencialidades le vio a este formato?

-En este momento en el que todos tenemos una TV y un cine dentro del teléfono, me pareció que lo audiovisual tenía una potencia mayor que la letra escrita. No me siento un documentalista ni mucho menos, incluso de a ratos me pareció un atrevimiento hacer esto, pero hay mucho talento en el equipo de producción y me hicieron descubrir las bondades del género. Lo que más me gustó de abordarlo, como me ocurre siempre, fue aprender en el camino.

*Fondo se puede ver los martes a las 21 en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543) y Centro Cultural Padre Mugica (Piedras 720). Para funciones especiales, consultar: www.fondo.com.ar/