Uno de los focos del triunfo de Huracán sobre San Lorenzo (2-0) estuvo puesto en el polémico ingreso durante el entretiempo -cuando el partido estaba 1-0- del presidente Alejandro Nadur en el vestuario del árbitro Pablo Espinoza.

"Me hicieron un acta de contravención que dice que estaba en el pre vestuario, pero nunca entré al vestuario del árbitro. Espinoza me dijo 'no me pegues' y yo estaba con las manos atrás, yendo a calmar a nuestros jugadores. Ese fue el diálogo. Es una cosa de locos. No sé que interpreta por malos términos", puntualizó el dirigente tras el encuentro. "La cuestión es que ganamos el clásico y tenemos que disfrutar. Sin embargo, el periodismo hace foco en lo qué pasó con el árbitro y no habla del triunfo de Huracán", agregó.

Por su parte, Espinoza consideró: "Entraron más de 20 personas entre dirigentes y el presidente. Son cosas que van a quedar en el informe".

Apuzzo, contento

Mientras tanto, en materia de entreadores, Néstor Apuzzo y Juan Antonio Pizzi reflejaron las dispares caras de uno y otro equipo a la hora de dejar sus reflexiones. "Ganamos porque jugamos mejor que San Lorenzo, fuimos más inteligentes y mejores. Esta vez nos tocó jugar mejor que ellos. Estoy contento, esto es algo único, increíble, hermoso. Esto es de la gente, es especial regalarles esto a las madres, que son todas de Huracán, para mi vieja, a mi ex y a mi pareja actual", sentenció el conductor del Globo.

Pizzi, apurado

En contraposición, el estratega del Ciclón se mostró cortante ante la prensa: "Esto va a ser breve, para no perder tiempo. Así ustedes se pueden ir a su casa y yo me pudo ir a la mía a sufrir la derrota". "Soy el máximo responsable, no tuvimos la mentalización que hay que tener ni siquiera para disputar profesionalmente este tipo de partidos", afirmó antes de retirarse.