El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó ayer su enfrentamiento con los medios, un día después de anunciar que no acudirá a la gala anual de corresponsales en la Casa Blanca, algo inédito en 36 años.
Trump criticó a The New York Times por el anuncio televisivo que iba a emitir en la noche, durante la ceremonia de entrega de los premios Oscar, en el que el diario declara “La verdad es ahora más importante que nunca”.
“Por primera vez, el deteriorado @nytimes pondrá un anuncio (y uno malo) para intentar rescatar su fallida reputación. Intenten informar de forma exacta y justa!”, tuiteó Trump.
Durante su campaña, Trump criticó en varias ocasiones a los medios más populares de Estados Unidos. Desde que llegó a la presidencia, esos ataques no han hecho más que aumentar, calificándolos de “medios deshonestos” y acusando a varios de ellos de “enemigos del pueblo”. El mandatario anunció a través de la red social Twitter que no acudiría a la tradicional cena de corresponsales de la Casa Blanca que, cada año, reúne en un hotel de Washington a lo más selecto de la prensa, del mundo político estadounidense y a celebridades. “No asistiré a la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca este año. Mis mejores deseos para todos y que disfruten de la velada!”, escribió el republicano.
Al boicotear este evento, Trump rompe con una tradición iniciada en 1921 y en cuya ocasión el presidente de Estados Unidos pronuncia un discurso en el que se ríe de sí mismo y se burla de sus adversarios políticos. La última vez que un presidente se ausentó de esta cita anual fue en 1981, cuando Ronald Reagan se recuperaba de un disparo tras un intento de asesinato. No obstante, Reagan hizo acto de presencia con una llamada telefónica. Antes de eso, Richard Nixon, quien menospreciaba a los medios, se saltó el evento en 1972. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que organiza esta cena para recaudar fondos para financiar becas de periodismo, afirmó que la gala se llevaría a cabo, como estaba previsto, el 29 de abril. La cena “ha sido y seguirá siendo una celebración de la Primera Enmienda (sobre la libertad de expresión) y del importante papel que desempeñan los medios independientes en una república sana”, tuiteó el presidente de la asociación, Jeff Mason.
Algunos grupos ya anunciaron su salida de otros eventos relacionados con la cena. Por ejemplo, Conde Nast, editora de revistas como The New Yorker y Vanity Fair, canceló sus exclusivas fiestas previa y posterior a la gala, y Bloomberg aparentemente retiró su patrocinio del evento.
Esta decisión de Trump se sumó a lo ocurrido el viernes, cuando su gobierno impidió a los periodistas del Times y de la CNN, entre otros, el ingreso a la sesión informativa diaria que se ofrece el portavoz presidencial Sean Spencer en la Casa Blanca, mientras que medios más pequeños que realizan una cobertura más favorable a Trump sí fueron admitidos.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca protestó “de forma enérgica” contra esta iniciativa de negar el acceso de forma selectiva. Ayer, unas 250 personas se manifestaron en Nueva York para apoyar al New York Times y otros medios frente a los ataques del presidente. A pesar de que Nueva York, bastión demócrata, encadena las manifestaciones antiTrump desde la victoria del magnate inmobiliario, es la primera vez que se organiza una concentración para apoyar a la prensa. Bajo las frías temperaturas, los manifestantes se reunieron ante la entrada de la torre del periódico, cerca de Times Square, con pancartas que mencionaban la primera enmienda de la Constitución estadounidense sobre la libertad de prensa, y bandas adhesivas en la boca para simbolizar a los medios amordazados.
“Cada vez que una persona autoritaria o dictadores toman el control, siempre ahogan a la prensa, es la primera cosa que hacen”, afirmó Donna Marie Smith, una profesora retirada abonada al diario estrella de Nueva York desde hace más de 40 años. “La democracia no puede funcionar sin una prensa libre e independiente, y es precisamente lo que esta administración intenta hacer: callarlos. Pero no permitiremos que eso suceda”, declaró Betsy Apple, una abogada especializada en la defensa de los derechos humanos.