Una inmensa mancha de petróleo, de origen desconocido, que fue detectada hace un mes y medio avanza sobre las costas de Brasil y ya trazó con negro más de 7 mil kilómetros del norte brasileño. Unos 2 mil kilómetros de playas bahienses ya están empetroladas. La población de las ciudades y pueblos costeros trabaja denondadamente para evitar que la mancha avance.
En la costa de Pernambuco y de Bahía ya fueron recogidas alrededor de 30 toneladas de petróleo, y en total ya se quitaron del agua y el arena más de 500 toneladas. Playas frecuentadas por turistas de todo el mundo como Cabo de Santo Agostinho, Porto de Galinhas y Playa de Suape, ya tienen de frente la amenaza oscura. El temor de la población es el feroz impacto que pueda tener el derrame en las especies marítimas y los efectos en la temporada turística.
Los especialistas consideran que ya 201 playas brasileñas, según señaló la agencia EFE, están amenazadas o recibieron partes de la mancha cuya procedencia aún se desconoce, y que un total de 525 toneladas ya fueron recolectadas. El presidente Jair Bolsonaro hizo especulaciones sobre el origen, pero lo cierto es que los ambientalistas no lograron determinar aún si se trató de la pérdida desde un barco, o de un oleoducto. Por esas declaraciones, en las que Bolsonaro apuntó contra Venezuela, el presidente brasileño fue fuertemente criticado.