Los profesores universitarios anunciaron que se sumarán al paro nacional docente del 6 y el 7 de marzo. También serán parte de la movilización convocada por la CGT. La semana pasada, el jueves 23, los docentes universitarios tuvieron su primera reunión paritaria, donde el Gobierno no les ofreció ningún aumento en concreto, sino que les propuso que su salario se vaya ajustando “mes a mes”, acorde a la inflación establecida por el Indec. Todos los gremios rechazaron esta oferta de plano, por dos motivos centrales: no hubo ningún reconocimiento oficial de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios que los profesores dicen haber sufrido el año pasado –estiman alrededor del 10 por ciento–; y, además, los índices inflacionarios del Indec suelen ser más bajos que los de otros organismos.
La adhesión, con sus propios reclamos, a las medidas de fuerza organizadas por los gremios de los maestros fue confirmada por las principales federaciones que agrupan a los profesores universitarios: Conadu, Conadu Histórica y Fedun.
“La paritaria nacional no sólo es vital para los propios docentes, por eso debemos sostenerla. Es una herramienta que nos ha permitido a todos grandes conquistas. Es estratégico que no se caiga, estamos peleando contra un proyecto que se pretende instalar a nivel escuela y universidades”, dijo a PáginaI12 Federico Montero, secretario de organización de Conadu. Esta federación se sumará a las jornadas de protesta sin convocar al paro, dado que para la semana que viene aún no habrán comenzado las clases en la mayoría de las universidades.
El plenario de secretarios generales de Conadu Histórica votó por unanimidad “convocar a un paro nacional de la docencia universitaria y preuniversitaria para los días 6 y 7 de marzo, en el marco del no inicio de clases, promoviendo que esos días se conviertan en un gran paro nacional y movilización de la docencia de todos los niveles y del conjunto de los estatales”. La Federación de Docentes de Universidades (Fedun) también aprobó una huelga “ante la pérdida del poder adquisitivo y la falta de respuestas del gobierno nacional”, y anunció que marchará junto a todos los gremios docentes desde el Congreso hasta el Ministerio de Educación el 6 de marzo; y el 7 se movilizarán junto a las centrales obreras hacia el Ministerio de Producción.
Respecto a la movilización con la CGT y las CTA el martes 7, Montero explicó que hay un “camino de unidad que supera lo sectorial. Podemos hacer mucha fuerza con los maestros, universitarios y científicos, pero si no cambia el modelo económico macrista, la pelea de fondo se pierde; eso lo vamos a cambiar peleando en conjunto todos los trabajadores”.
Para los universitarios, la paritaria de los maestros fue siempre un parámetro a partir del cual negociar. Esa referencia es la que eliminó el Gobierno al decidir no convocar a la paritaria federal docente, la decisión que generó el conflicto con los maestros.
Los profesores reclaman el mismo porcentaje de aumento que los maestros (35 por ciento), por eso la propuesta que les presentó el secretario de Políticas Universitarias, el radical Albor Cantard, los dejó muy disconformes. Para la Conadu Histórica, fue “ofensiva”: “El Gobierno negó que los salarios docentes universitarios hayan sufrido una pérdida del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación. A partir de este diagnóstico arbitrario, ofrecieron pagar incrementos mensuales sobre el índice de inflación que publique el Indec, a cobrar el 1 de abril. Si el índice de febrero fue del 1 por ciento, el aumento salarial para los 193 mil docentes universitarios en abril sería del 1 por ciento”. Todas las federaciones rechazaron la oferta.