El laboratorio israelí Teva, fabricante de opiáceos, y tres distribuidores norteamericanos de esos fármacos llegaron a un acuerdo millonario con dos condados de Estados Unidos para resolver una demanda sobre la responsabilidad por una epidemia de adicciones que causó decenas de miles de muertes en aquel país.
Poco antes de iniciarse el primer juicio federal sobre el tema, las empresas acordaron de forma extrajudicial pagar 260 millones de dólares: los distribuidores de opioides pagarán 215 millones de dólares en efectivo, mientras que Teva pagará 20 millones de dólares y financiará con otros 25 millones de dólares la provisión de medicamentos contra la adicción.
Según el diario The Washington Post, que reveló las cifras que abonarán las empresas, y que cita fuentes allegadas a las negociaciones, el acuerdo incluye a la empresa Teva, que fabrica opiáceos genéricos, y a los tres grandes distribuidores de medicinas de EE.UU.: McKesson, Amerisource Bergen y Cardinal Health.
El juicio, con la demanda presentada por dos condados de Ohio, Summit y Cuyahoga, que reclamaban 7.200 millones de dólares para remediar la crisis y otros 1.000 millones de dólares en compensación por daños, iba a comenzar el lunes próximo en un tribunal federal en Cleveland. Ambos condados argumentaron en sus demandas que los distribuidores interesados más en sus ganancias que en la salud pública hicieron poco para controlar las dosis y continuaron proveyendo los compuestos sin prestar atención a las recetas.
De acuerdo a las cifras oficiales fueron despachadas a farmacias en Estados Unidos, entre el 2006 y el 2012, 76.000 millones de píldoras de oxicodona e hidrocodona, a pesar de que las autoridades gubernamentales le advirtieron a las empresas sobre el uso riesgoso de estos analgésicos.
Antes del acuerdo alcanzado por el laboratorio Teva y las tres grandes distribuidoras, la firma Henry Schein Medical también había anunciado que llegó a un acuerdo y que pagará 1,25 millones de dólares a los condados de Cuyahoga y Summit.
En tanto la empresa Purdue Pharma, que se perfilaba como el blanco principal de estos litigios, se amparó en la bancarrota en septiembre y no estará ya en el proceso judicial, en el cual, todavía no está claro si el juicio continuará contra la única demandada pendiente, la cadena de farmacias Walgreens.
El consumo y abuso generalizado de opioides, legales e ilegales, causó al menos 200.000 muertes, mientras que otras 200.000 murieron por sobredosis de heroína y fentanilo ilegal en Estados Unidos desde 1999.
Esta situación llevó a casi todos los Estados y a más de 2.500 ciudades, tribus indígenas, hospitales y otros actores a iniciar querellas que culpan a los fabricantes y distribuidores de la epidemia.