Ángela Beatriz Saravia fue detenida el pasado 26 de mayo, imputada por matar de una puñalada a Luis Leonardo López. El hecho sucedió cuando la mujer se defendía del ataque que le propinaba su ex concubino con un cuchillo, violando una restricción perimetral.
Los abogados Martín Plaza y Josue Díaz Cueto requirieron el arresto domiciliario y para ello argumentan que la mujer de 34 años padece varias enfermedades tanto físicas como psíquicas y la cárcel no es un lugar apto para una persona con ese diagnóstico. Además tiene a su cargo tres hijos menores de edad, que hoy los cuida la abuela.
La causa fue elevada a juicio. Saravia se encuentra con prisión preventiva en el penal de Villa Las Rosas. Los abogados señalaron que la mujer ejerció la legítima defensa porque era víctima de violencia de género, había realizado cinco denuncias previas y existía una restricción de acercamiento.
Sin embargo fue atacada con golpes y puntazos de cuchillo en su propia casa por quien fuera su pareja. En ese contexto explicaron los abogados que ella apuñaló al hombre, quien murió luego de dos meses de internación.
Para Plaza si la mujer no tomaba el cuchillo el caso podría haber terminado en femicidio. Dijo que los funcionarios intervinientes están viendo el caso solo como “homicidio” y “eligen no ver” el contexto de la violencia de género. El que imputó a la mujer fue el fiscal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP), Rodrigo González Miralpeix, ahora actúa la fiscala Verónica Simesen de Bielke, y la Jueza de Garantías es Ada Zunino.
Plaza manifestó que "el Estado no se hizo presente para que la restricción se cumpla”. Desde su punto de vista si se hubiera protegido a la mujer cuando hizo las denuncias previas por violencia de género, el desenlace no hubiera sido este. Sostuvo que los funcionarios del poder judicial y del Ministerio Público Fiscal “carecen de perspectiva de género” y que es "un modus operandi" de la justicia en Salta.
La mujer nunca tuvo consigna policial, tampoco un botón antipánico. Al agresor no lo detuvieron ni le pusieron una pulsera electrónica para controlar y garantizar el cumplimiento de la cautelar.
Por el caso los abogados contactaron al Polo Integral de las Mujeres, el funcionario Leandro Ramos se comprometió a elaborar un informe y pedir audiencia con la fiscala y jueza. También hablaron con la directora del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres, Tania Kiriaco quien evalúa la presentación del organismo como amicus curiae.
El letrado denunció que en el proceso se vienen violando distintas garantías. Planteó que pedirán explicaciones y la nulidad de las actuaciones porque se recibieron testimoniales de “identidad reservada” sin notificar a los abogados defensores.
Plaza también resaltó que la mujer fue imputada y será llevada a juicio sin elementos probatorios de contundencia, “solo con testimonios de dudosa imparcialidad".
La mujer no declaró que mató a López en un primer momento, pero sí en las pericias psicológicas. El abogado explicó que Saravia tiene un estrés postraumático después de todo lo que ha vivido y de este modo justifica las contradicciones que haya podido tener en su relato. Además dijo que "nadie declara contra sí mismo" y que la declaración no constituye una prueba para sustentar la imputación.
Saravia vivía en el Barrio 20 de Junio, una de las zonas más excluidas y marginales de la ciudad de Salta. Es madre de un varón de 17 años y dos hijas de 16 y 5 años quienes quedaron a cargo de la abuela materna. Plaza señaló que no están recibiendo ningún tipo de contención ni asistencia.
En base a lo que contó el abogado, la relación entre Saravia y López comenzó hace tres años aproximadamente, convivieron en pareja unos meses y después ella decidió separarse ante la violencia que estaba padeciendo. Realizó cinco denuncias ante la Justicia, y a él le impusieron la prohibición de acercamiento. “Era una relación violenta, en la que había celos, manipulación, los amigos y la familia cuentan que ya sabían que él le pegaba y era celoso con ella”, explicó Plaza
El 17 de diciembre del año pasado, López desobedeció la medida judicial impuesta, fue a la casa de la víctima y repitió hechos de violencia contra ella. “Comenzó a golpearla, le dio pinchazos de cuchillo en la pierna y agarrándola de los pelos le acercó la cara a una garrafa de gas encendida. Apareció la hija menor de ella. Mientras era golpeada, ella encontró un cuchillo de cocina que estaba a mano y se lo hincó en el abdomen para alejarlo”, graficó el abogado Plaza.
La mujer llamó al 911 y Luis López recibió asistencia médica, tras lo cual fue trasladado al Hospital San Bernardo donde falleció el 25 de Febrero de 2019.