A pesar de las alarmantes cifras de muertes de mujeres por causa de los abortos clandestinos, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, no solo ratificó su posición contraria a la legalización de la interrupción del embarazo sino que además aseguró que "no es relevante lo que opine".
Invitada al programa 4 Días, que conduce Luis Majul en la señal A24, la mandataria provincial fue interrogada por la periodista Cecilia Devanna, quien apuntó a la responsabilidad política sobre el tema: "Gobernadora, ¿no cree que un dirigente, un político, tiene que priorizar una cuestión de salud pública por sobre sus creencias religiosas?".
Vidal no dudó, señaló su posición de "coherencia" con respecto al gesto de ponerse el pañuelo celeste en la muñeca durante en la marcha de Juntos por el Cambio el sábado en el Obelisco, y le restó importancia al asunto: "En el caso del gobierno de la Provincia de Buenos Aires no es muy relevante lo que piense el gobernador, más allá de ser honesto y decirlo, que me parece importante". Según proyecciones y estimaciones -precisamente, al no ser tratado como un tema de salud pública, es difícil acceder a estadísticas certeras-, el 30% de los abortos clandestinos se realiza en la Provincia de Buenos Aires.