Desde que se cierran las puertas de las escuelas a las 18 horas hasta que el resultado de las elecciones generales es oficializado por la Cámara Nacional Electoral, los votos ingresados en las urnas son contados minuciosamente tres veces para realizar el escrutinio : primero en la escuela, después en la Dirección Nacional Electoral, dependiente del Ministerio del Interior, y por último en la Justicia Nacional Electoral de cada distrito.

El presidente de cada mesa es el primero que cuenta los votos, en presencia de los fiscales y luego registra los resultados en los distintos documentos. Entre sus funciones, el presidente tiene que controlar que coincida la cantidad de troqueles con los sobres. Luego, abrir uno a uno, identificar si hay votos nulos o impugnados, para más adelante volcar la información en el acta de escrutinio. Por último, su deber es entregar las actas, el certificado de escrutino y el telegrama al Correo Argentino.

Las actas son las que luego se utilizan para hacer el escrutinio definitivo, mientras que el telegrama sirve para hacer el escrutinio provisorio (el conteo de ese mismo día). El certificado queda para el control de los fiscales partidarios. Todos esos documentos deben contener los mismos datos y ser firmados por todos los presentes. Sin embargo, lo que otorga validez al telegrama es la firma del presidente de mesa. Si los fiscales no firman o falta la firma de los fiscales, eso no afecta al documento.

El escrutinio provisorio, a cargo de la Dirección Nacional Electoral, no tiene validez legal, pero es el que genera el resultado provisorio a pocas horas de cerrada la votación. Los guarismos pueden modificarse durante el escrutinio definitivo que incorpora todas las mesas y las resoluciones sobre votos observados y electores impugnados.

El escrutinio provisorio electrónico en 2019

A diferencia de otras elecciones pero al igual que las PASO 2019, los telegramas serán transmitidos el domingo vía electrónica desde las escuelas nacionales hacia los centros de cómputos de la DINE. Antes, se enviaban en su totalidad en camionetas desde las escuelas hasta las oficinas más cercanas del Correo para que se digitalizaran allí.

Los documentos digitales serán enviados por red interna a la empresa encargada de cargarlos en los centros de gestión de datos, ubicados en los edificios del Correo de Barracas y Monte Grande. Dos equipos cargan los datos de cada telegrama y, en caso de que haya coincidencias, el documento ingresa automáticamente en la base de datos que procesa, totaliza y alimenta el sitio oficial donde se publican los resultados provisorios.

El software de escaneo y transmisión, que falló durante las PASO , fue diseñado por la empresa venezolana Smartmatic, cuya adjudicación está en la mira de la Justicia. La jueza federal con competencia electoral, María Romilda Servini, instruyó a comienzos de octubre a la justicia federal penal a que investigue las presuntas maniobras que envolvieron a la contratación de la empresa.

Sumado a eso, los apoderados del Frente de Todos, la fuerza electoral más votada en agosto, presentaron ayer una denuncia ante Servini por los "errores" que persisten en el sistema de escrutinio y alertaron sobre "cambios unilaterales e inconsultos" en la transmisión de datos previstas para este domingo.

Según la denuncia, la empresa decidió a último momento que la transmisión de datos se interrumpirá cada cinco minutos para actualizar la información. "Solicitamos que se deje sin efecto la modificación sin sustento legal y se vuelva a la fiscalización en tiempo real como establece el pliego de condiciones de la contratación", exigieron los apoderados del frente.

El escrutinio definitivo

Es la instancia que tiene valor legal y comienza 48 horas después de que termina la votación. En este momento se analizan todas las Actas de Escrutinio que cada presidente de mesa confeccionó el día de la elección.

En este proceso se verifican algunas cuestiones de forma (por ejemplo, que el acta tenga la firma del presidente de mesa), se resuelve sobre los votos impugnados y sobre los votos observados (aquellos en los que hubo dudas sobre cómo clasificar a ese voto). También se incluyen los votos de ciudadanos residentes en el extranjero, privados de libertad y fuerzas de seguridad afectadas al comando electoral.

Cuando los fiscales cuestionan la validez de un Acta de Escrutinio, pueden pedir la apertura de la urna y el recuento voto por voto. La justicia solo puede decidir la apertura de una urna cuando no hay acta, ésta parece haber sido adulterada, o no coincide con el telegrama o el certificado de algún fiscal.