El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que está en marcha un intento de Golpe de Estado orquestado desde la derecha. A su vez, afirmó que el país está en estado de emergencia e hizo un llamado a los organismos internacionales a defender la democracia boliviana. Durante la tarde del miércoles se realizó una masiva marcha en apoyo al presidente boliviano, que copó el centro de La Paz. La opocisión también salió a la calle y tuvo su protesta más fuerte en Santa Cruz de la Sierra .Mientras tanto continúa el escrutinio definitivo que parece orientado a confirmar la victoria en primera vuelta del Movimiento Al Socialismo (MAS), evitando el ballotage. La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió al gobierno que más allá del resultado que arroje la elección llame al ballotage.
Evo Morales consideró que las protestas opositoras motivadas por la demora en la difusión de los resultados definitivos forman parte de un intento de golpe de Estado. "¿Cómo se expresa el Golpe? No dejan que se haga el conteo de las elecciones. Queman instituciones del estado como las infraestructuras del Tribunal Supremo Electoral en los departamentos (provincias)”, dijo Morales desde el Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano. Así hacía referencia a los ataques que sufrieron en los últimos días los órganos electorales en algunas provincias como Chuquisaca y Potosí. En estos lugares es donde se registraron las demoras en la entrega de las actas por las que el escrutinio definitivo se extendió. “Estoy seguro de que con los votos de las áreas rurales vamos a ganar en la primera vuelta”, sostuvo el líder del MAS. Convocó a sus seguidores a permanecer en estado de emergencia y no responder a las provocaciones de la derecha boliviana e internacional.
Centenares de campesinos, mineros, indígenas, sindicalistas y funcionarios estatales marcharon hasta la plaza Mayor de San Francisco con banderas bolivianas y del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), en respaldo a Morales. Los dirigentes que tomaron la palabra reclamaron respeto por sus votos en apoyo al presidente y lanzaron advertencias en contra de la derecha opositora, que según denunciaron quiere desconocer el triunfo de Morales en primera vuelta. "El pueblo trabajador, campesino, el pueblo que vive en los barrios populares urbanos, ese pueblo que ha votado mayoritariamente por Evo, va a defender este proceso y lo va a hacer pacíficamente, con concentraciones multitudinarias en las que están todos los sectores", dijo el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada. Hubo momentos de tensión entre quienes marchaban y algunos ciudadanos que los abuchearon o silbaron, aunque los incidentes no pasaron a mayores.
La oposición cuestiona el resultado de las elecciones por la interrupción en la carga de los cómputos provisorios del domingo a la noche, cuando el escrutinio llegó al 84 por ciento. Sin embargo, en 2014, ese mismo sistema llegó al 70 por ciento durante el día de las elecciones; y en 2016 al 80 por ciento. Los resultados provisorios de la elección del domingo mostraron una diferencia entre Morales y Carlos Mesa, del partido opositor Comunidad Ciudadana (CC), del 7.87 por ciento. El lunes cuando se reactivó el escrutinio la diferencia superaba por milésimas los 10 puntos y le daba el triunfo sin ballotage.
Esto motivó movilizaciones y el llamado a un paro indefinido en varias regiones de Bolivia, convocadas por el colectivo de organizaciones civiles de nueve departamentos. La protesta comenzó a tomar cuerpo en Santa Cruz de la Sierra (900 km al este de La Paz), pero se extendió a Potosí y Cochabamba. El Comité de Defensa de la Democracia, que aglutina espacios cívicos de todo el país, anunció también la resistencia civil ante la posible victoria de Morales y su adhesión al paro. Las oficinas del Tribunal Supremo Electoral fueron el foco de las protestas y algunos de sus locales fueron incendiados.
Por su parte, el candidato presidencial por el CC, Carlos Mesa, segundo en los resultados preliminares, llamó a una movilización permanente en defensa del voto. "Vamos a estar movilizados (...) hasta que se reconozca que la segunda vuelta debe realizarse porque fue lo que legítimamente votó el pueblo boliviano", aseguró Mesa. Además convocó a los otros siete candidatos que participaron de la elección a formar un bloque de unidad en “defensa de la democracia". "Que nuestro amado país no entre en el camino de la dictadura al que quiere llevarnos el presidente Morales", sostuvo.
La Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA en Bolivia consideró como mejor opción la realización del ballotage para dirimir la reñida elección, señaló el vocero de la organización. "En el caso de que, concluido el cómputo, el margen de diferencia sea superior al diez por ciento, estadísticamente es razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo. Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta", señaló el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA.
A pedido del canciller boliviano, Diego Pary, la OEA aceptó hacer un análisis del proceso electoral. Se encargarán de verificar el conteo y todo el proceso, así como los aspectos estadísticos y la cadena de custodia. Pero advirtieron que las conclusiones deben tener un carácter vinculante para todas las partes.