“La grieta ya fue. Larreta ya fue. La guerra ya fue. Estamos a tiempo”. Con estas frases, la campaña #SiVosQuerés, que tuvo su momento más alto con el flashmob, la viralización del hit y la cumbia masiva de Sudor Marika del "Macri ya fue", continuó el miércoles por la noche con el "proyectorazo" que "escribió" en grandes letras consigas como estas. La acción ya se había lanzado antes de las PASO, pero esta vez se extendió en más de cien puntos de toda la ciudad. Además de los muros grandes y limpios que previamente se buscaron, hubo espacio para proyecciones móviles, algunas en edificios icónicos como el del Congreso de la Nación, el obelisco, el Cabildo, el edificio de Desarrollo Social o frente a la Facultad de Derecho. La posterior viralización en las redes completó el sentido de la movida. 

Motorizada por colectivos culturales, artísticos, feministas, e integrantes de medios de comunicación alternativos nucleados en la campaña #SiVosQuerés, la intervención callejera tiene el doble mérito de su irrupción original, con su expansión en los diferentes barrios porteños, y al mismo tiempo se instala como una forma de comunicación política no tradicional, con la apuesta por su eficacia


"Nuestra sensación era que teníamos que llegar a ese votante que normalmente no decide su voto a través de la publicidad tradicional. Y al que tampoco está adentro de las redes y de esa lógica más polítizada, que es un círculo de pocos. Tenía que ser algo que sucediera en la calle, que pudiera ver cualquiera, el transeúnte ocasional. Algo que 'apareciera' con una presencia fuerte, no estridente, pero sí que pueda ser muy vista", sintetizan el punto de partida de la idea algunos de sus creadores, orgullosos frente a un "proyector móvil" que estacionaron frente al Congreso. También circuló una camioneta con una pantalla "rodante".

El resto, explican, fue a fuerza de organización previa: convocaron a los que se fueron sumando vía WhatsApp a la campaña a armar su "combo para proyecciones": un proyector de uso casero (con 2000 lumenes alcanzaba, si la distancia era corta), una medianera elegida previamente para proyectar, y el envío de un par de videos con frases y algunas imágenes breves para elegir proyectar.



Aunque entienden que el resultado de esta acción favorece a la fórmula Lammens - Marziotta, los organizadores aclaran que el colectivo no es estrictamente partidario: "Como ciudadanos, planteamos que el Macrismo no puede seguir gobernando ni en el país, ni en la ciudad. Y no más que eso. La idea es que sea lo más transversal, que pueda participar todo el que crea que el Macrismo debe terminar. De hecho, no todos los que trabajamos la campaña votamos lo mismo en las PASO", comentan.

El anonimato como estrategia de comunicación, la sorpresa como valor de la intervención, la posibilidad de diseminarse no como "la gran concentración" sino por los diferentes barrios, son otros de los costados puestos en valor en el denominado "proyectorazo". El contenido, se pudo leer en las paredes.