El defensor oficial que representó a Oscar Centeno durante la instrucción se mostró sorprendido con la aparición de los supuestos originales de los cuadernos. En diálogo con Página/12, Gustavo Kollman dijo que no sabe por qué el chofer de Roberto Baratta cambió su versión sobre la existencia de los originales. Centeno primero declaró que estaban en su casa, pero luego dijo que su esposa le recordó que los había quemado en la parrilla. Sin embargo, este miércoles supuestamente aparecieron seis de los ocho cuadernos en cuestión.
-¿Lo sorprendió la aparición de los presuntos originales?
-Me sorprendió como a todo el mundo. Siempre se dijo que era raro que Centeno los hubiera quemado. Pero yo tengo que sostener lo que mi defendido dice. Si aparecieron, en buena hora, porque así se pueden peritar y despejar fantasmas.
-¿Mintió Centeno?
-Es un ocultamiento, pero no es una mentira. Porque los cuadernos existieron. A mí sí me sorprende el momento en que aparecen, justo antes de las elecciones presidenciales.
-¿Pero entonces cómo se explica su cambio de versión de los hechos? ¿No mintió?
-No, porque de entrada él dijo que estaban en su casa, dentro de un placard.
-Pero nunca los encontraron en ese lugar, y después Centeno dijo que los quemó…
-No sé qué pasó en el ínterin. Tendrá que ser materia de investigación. Fueron momentos muy tensos para él. Los vivió con mucho miedo, por algo los ocultó (a los cuadernos) durante tanto tiempo. Estaba muy nervioso y temeroso en el momento en que declaró.
-¿No podrían imputarle falso testimonio?
-Es una cuestión de valoración. Yo creo que no. Él aportó información valiosa, el hecho de ocultar una parte no quiere decir que no aportó información valiosa. El problema es que la figura del arrepentido está pensada para un procedimiento acusatorio y fue inserta en un procedimiento mixto. No fue pensada para eso. Son cuestiones opinables. Puede ser muy útil la ley, pero tiene aspectos contradictorios.