El senador Fernando “Pino” Solanas fue uno de los promotores de la construcción de la unidad amplia contra el macrismo y quien encabeza la boleta de diputados en Capital. Confía en que la “avalancha” de votos de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner forzará el ballottage en la ciudad de Buenos Aires y la posibilidad de ganar también en el bastión macrista. Afirma que el triunfo del Frente de Todos es estratégico, “junto con las puebladas de Chile y Ecuador”, para derrotar al neoliberalismo en América Latina, donde “el eje México-Argentina” tendrá un rol fundamental.
--Usted fue uno de los promotores de la unidad amplia contra el macrismo. ¿Cuál es su expectativa en vísperas de las elecciones?
--Estoy feliz, sería engañoso que no lo dijera. Porque parecía una utopía cuando hace un año decíamos "frente amplísimo, de emergencia, patriótico y sin exclusiones", y levantaba mucha polvareda. Hoy estamos en las vísperas de una fecha histórica, para Argentina y América Latina, porque el domingo va a ser la segunda gran pueblada. La primera fue el 11 de agosto con una pueblada de votos que ni nosotros imaginábamos. Es una pueblada contra un modelo que ha humillado al pueblo argentino, que le sacó dignidad, lo más preciado que es el trabajo, que endeudó a la Argentina por varias generaciones. Una barbaridad. Tenemos un pueblo que no se dejó tentar por la provocación ni la tentación de la violencia por la bronca que estalla. Ya lo hicimos en 2001. Se guardó bien y contestó el 11 de agosto.
--¿Está conforme con la unidad alcanzada?
--El frente lo construye Cristina y Alberto. Cristina que sorprende al país entero. La sabiduría y la generosidad de Cristina de ceder la candidatura y quedarse como parte de la fórmula, nosotros no lo imaginábamos y menos el oficialismo. Valorábamos el rol de Alberto y el sector que represento de Proyecto Sur, proponíamos --en las épocas que no teníamos candidato en la Ciudad-- que Alberto aparecía como un candidato muy talentoso que podía dar batalla. Ahora nunca nos imaginamos que tenía tanto talento y energía. Vamos a tener un resultado histórico que viene a sellar la insurrección latinoamericana contra este modelo de ajuste neoliberal.
--¿De qué manera repercutirá en la región?
--Propuse que había que construir este frente y ganar con una montaña de votos porque América Latina estaba esperando señales para empezar a dar vuelta la página. Si esta elección se perdía, entrábamos en una noche oscura en el continente, era una derrota estratégica que consolidaba el eje Bolsonaro, Macri, Piñera, pronorteamericano, neoliberal y de vaciamiento. La repercusión mundial que va a tener este triunfo en la Argentina, que viene a sumarse a las dos puebladas extraordinarias de Ecuador y Chile, que son por las mismas causas: contra el modelo neoliberal. El eje que se puede armar entre Argentina y México nos pone en otra etapa en el continente.
--¿Considera que podrán forzar un ballottage en la Ciudad?
--Creemos que Alberto va a estar por arriba de los 50 puntos. No tenemos consultora, encuestas ni soy adivino, pero lo siento por lo que dice la gente. Tengo la esperanza y también un sentimiento de que vamos a entrar en el ballottage. Si lo logramos, creo que ganamos la Ciudad.
--¿Cómo imagina la transición en un contexto económico-social difícil?
--Es complejo imaginarlo en momento socioeconómico tan delicado. Nosotros pregonamos que había que llegar a las elecciones organizados, movilizados y en paz. Hay que generar la mayor unidad para un gobierno de unidad nacional. A los tiempos difíciles que es enfrentar la gran batalla contra la pobreza que plantea Alberto, poner de pie a la Argentina y su aparato productivo generador de trabajo, el shot salarial que hay que tener para que la rueda del consumo mueva la producción, eso necesita tiempo. Pero creo que el pueblo argentino tiene la sabiduría suficiente para comprender que la política está en la buena senda, es inmensa.
--¿Y las primeras medidas del nuevo Gobierno?
--De entrada, se va ejecutar la ley de Emergencia Alimentaria que el macrismo no está ejecutando. Entre las primeras medidas tiene que estar la convocatoria a la concertación económica, social y política. Un acuerdo que no solo sobre precios y salarios. Alberto se ha tomado el trabajo de cruzar el charco y hablar con las corporaciones empresarios, como por supuesto, lo ha hechos con los sindicatos y los movimientos sociales. La montaña de votos y ese acuerdo son los dos elementos clave para empezar una concertación con fuerza.
--Con el endurecimiento del discurso de Macri ¿imagina una oposición dura que obstruirá esos cambios?
--No, especialmente por la magnitud del triunfo que va a haber. Es lo que uno desea: cualquier país maduro lo que tiene que hacer es generar equipos de trabajo sobre la transición. Hay que saber lo que nos dejan.