La Asamblea Nacional francesa aprobó un experimento con cannabis medicinal que protagonizarán alrededor de 3000 personas durante dos años y a partir del verano boreal de 2020. La decisión del cuerpo legislativo, que avaló así una propuesta presentada por un diputado del oficialismo, para que el estudio esté considerado en el presupuesto de la Seguridad Social del año próximo.

"Porque los enfermos sin alternativa lo necesitan, porque Francia es uno de los últimos países de la Unión Europea que no lo ha autorizado, inmensamente orgulloso de ver mi enmienda a favor de la experimentación médica del cannabis adoptada por la Asamblea Nacional", escribió el diputado Olivier Véran, autor de la propuesta, en Twitter.

Representante del partido del presidente Emmanuel La República en Marcha (LaREM) , Véran aseguró que el experimento se realizará dentro de un marco "científico, seguro y evaluado".

Según lo aprobado por amplia mayoría en la Asamblea, durante dos años alrededor de 3000 voluntarios, todos ellos afectados por enfermedades incurables, se someterán al uso de cannabis medicinal como parte de la prueba. Durante la experimentación, se confeccionará un informe acerca de la pertinencia de su aplicación generalizada.

El proyecto aprobado sobreviene tres meses después de que la Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos (ANSM) presentara un primer informe positivo sobre el uso terapéutico del cannabis.

Así, los médicos podrían prescribir el uso de cannabis en infusiones, aceites o flores secas, lo que permitirá -al menos entre los voluntarios- evitar el fenómeno de automedicación detectado en los últimos años en personas que recibían cuidados paliativos.

"¡Muy buena noticia! Aplaudimos el voto unánime de la Asamblea Nacional. Todavía queda trabajo por hacer para construir un programa médico generalizado, pero esta etapa es positiva", escribió en Twitter el Colectivo ACT, a favor del Cannabis de Uso Terapéutico.

En la emisora "France Bleu", uno de los miembros del comité científico de la ANSM, Bernard Rambaud, consideró que "ya era hora" porque Francia "tiene un retraso de más de diez años" en este campo en comparación con sus socios europeos, como Austria, Finlandia o Italia.