Las autoridades del Lenguas Vivas suspendieron las clases “hasta nuevo aviso” en todos los niveles educativos ya que, según explicaron a las familias, no recibieron “hasta el momento” una comunicación oficial del Gobierno de la Ciudad que garantice que "no hay riesgos para la salud” dentro del establecimiento escolar, donde se removió a espaldas de la comunidad educativa una caldera con asbesto. La suspensión, anunciada durante la mañana de este viernes, llegó luego de un reclamo de docentes, estudiantes y familias que concentraron en la puerta de la institución para exigir “certificaciones que nos aseguren que no estamos en peligro dentro de la escuela y que se respetaron todos los protocolos para retirar el asbesto”.
“Hasta el momento, contamos con informes acerca de las obras ejecutadas y por ejecutar relacionadas con la remoción de materiales que pueden contener asbesto, firmados por responsables de Infraestructura y de Mantenimiento”, informaron las autoridades del Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández en el comunicado que este viernes enviaron por mail a las familias de la institución.
Sin embargo, aclararon, “carecemos de un informe técnico firmado por un especialista que garantice que al día de hoy no hay riesgos para la salud de la comunidad educativa y en el normal desarrollo de las actividades en nuestra institución”. Por ese motivo, dice el comunicado, se decidió entre las autoridades de todos los niveles “suspender las clases hasta tanto se cuente con la certificación que asegure que las condiciones están dadas para trabajar y estudiar sin peligros para la salud”.
La comunicación, firmada por Fabiana Arrossi, vicerrectora del Lenguas Vivas, llegó a los padres pasadas las 12. Más temprano, las autoridades de nivel primario también habían enviado una notificación que anunciaba la suspensión de clases “hasta nuevo aviso” ya que “no se tiene certeza de encontrarse libre del mismo (asbesto) el lugar donde alumnos, docentes y no docentes desarrollan sus actividades”.
“Creo que la respuesta de las autoridades fue algo tardía. Estamos en estado asambleario desde ayer (jueves), cuando decidimos denunciar la situación en una conferencia de prensa. No era necesario esperar todo el día de ayer y la mitad de la mañana de hoy (viernes) para suspender las clases”, dijo a Página/12 Tomás Cancela, uno de los tres secretarios generales del Centro de Estudiantes Secundarios del Lenguas Vivas. “De todos modos, hay que celebrar que las autoridades de los distintos niveles se pudieron poner de acuerdo y decidieron, finalmente, la suspensión. Ahora, todos juntos, tenemos que luchar para que se resuelva este problema y podamos volver a clases”, agregó Cancela.
Según contó el estudiante, la comunidad educativa se enteró de que el Lenguas Vivas era una de las 12 escuelas de la Ciudad en las que se constató presencia de asbesto a través de una nota periodística. “Así nos surgió la preocupación y nos comunicamos con la directora de nuestro nivel”, relató Cancela. Ante el reclamo de la comunidad educativa, contó el estudiante, recibieron dos documentos contradictorios: “un informe (del Ministerio de Educación) que dice que la obra para remover el asbesto va a empezar en enero y después otro (también de la cartera que conduce Soledad Acuña) en el que dicen que removieron el asbesto en el receso de invierno”.
Este jueves, ante la falta de información "fehaciente, oportuna y verídica" que certifique que el retiro de la caldera se realizó cumpliendo los protocolos y que asegure que la escuela se encuentra fuera de peligro, la comunidad educativa realizó una conferencia de prensa en la puerta de la institución. “Actualmente, no contamos con la información pertinente. Si la caldera fue removida en el receso invernal, necesitamos saber si vinieron equipos especialistas en la remoción, cómo se manejaron los residuos, si se realizaron las mediciones de aire correspondientes, etc”, denunció la comunidad, a través de un comunicado.
En el escrito, estudiantes y docentes exigieron al Ministerio y a las autoridades de la escuela acceder al informe de la empresa que retiró la caldera con el detalle del "registro de operaciones, informe de laboratorio y cadenas de custodia, manifiesto de transporte asociado, habilitaciones de transporte, certificado de tratamiento, habilitaciones de operador y conclusión".
También pidieron "las certificaciones de la evaluación de la contaminación del aire con posterioridad al retiro” de la caldera ya que, una vez removido el asbesto, "se requiere un lapso de al menos 15 días en los cuales no puede circular gente", decía el comunicado.
Según informó el Gobierno porteño, que aseguró que el retiro de la caldera se llevó a cabo cumpliendo los protocolos necesarios, las tareas de remoción de asbesto en el Lenguas Vivas y en otras escuelas afectadas con ese material cancerígeno, se completarán en el receso escolar de verano.
"Las tareas implican una gran complejidad, por lo que el número de escuelas a intervenir en cada etapa no puede superar doce edificios", informó la Dirección General de Mantenimiento Escolar.
Además del Lenguas Vivas, también se encuentran afectadas por presencia de asbesto la Escuela de Recuperación Nº1, la Escuela de Adultos Nº6 French y Beruti, la Escuela Nº14 Provincia de San Luis, el Instituto Bernasconi, la Primaria Nº3 Dr. Juan Ángel Golfarini y la Nº 2 Rafael Bielsa, entre otras.
Informe: Azul Tejada.