Hacía más de un mes que Gary Medel no tuiteaba. Lo hizo justo hace siete días, cuando regían las primeras horas del toque de queda en Chile y, seguramente, sin prever que, una semana después, sus compatriotas todavía tendrían prohibido circular libremente por las calles. El jugador del Bologna y capitán de la "Roja", desde Italia, pidió que "las autoridades escuchen al pueblo y dejen de jugar con él". Antes de él había hablado el arquero Claudio Bravo y, luego, se sumaron más futbolistas. En Chile, son muchos protagonistas del fútbol -ese que hoy está suspendido-, y también chilenos que militan en otras ligas, los que decidieron jugar su notoriedad pública a favor de una lucha popular que consideran justa, valiente y válida. Pablo Galdames, el volante de 22 años que luce la camiseta 27 en el Vélez de Gabriel Heinze, nació en Santiago de Chile y es uno de los que eligió acompañar el reclamo popular. "Nací en Las Condes y, por llamarlo de alguna forma, soy del grupo de los privilegiados, porque gracias a mis padres nunca me faltó nada. El 83% del pueblo chileno está de acuerdo con marchar en reclamo de una vida más digna", le cuenta a Página/12 Galdames, que no dudó un segundo en sumarse a expresar su opinión.
- ¿Cómo vivís, a la distancia, lo que está pasando en tu país?
- Tengo dos sentimientos encontrados con esta situación. Por un lado siento angustia, al estar lejos y no poder estar con mi familia y mis amigos, ni poder estar manifestándome junto a todo el pueblo chileno. Es difícil ver todo lo que está pasando y no poder dar un poquito de ayuda. Por otro lado siento mucho orgullo, al ver cómo el pueblo se está manifestando y luchando por sus derechos. Trato de no ver televisión, pero con mi familia y mis amigos estoy constantemente hablando.
- ¿Por qué tratás de no ver televisión?
- Porque, desde el principio, se ha centrado el foco en una especie de montaje con lo que está haciendo la minoría de la gente, como los saqueos de supermercados, el vandalismo o la delincuencia. Y la gran mayoría lo único que está haciendo es marchar pacíficamente, reclamando su derecho de una vida más justa y digna para todos.
- ¿Qué sabés del reclamo, que comenzó para frenar un aumento del metro y ha extendido sus demandas a cuestiones como la educación, la salud y el costo de vida?
- El aumento del metro fue la gota que rebalsó el vaso. No es que se hayan extendido las demandas a temas como la educación o la salud ni que de la noche a la mañana hayan surgido todas estas peticiones: son cuestiones que desde hace tiempo se vienen reclamando en Chile. Por dar un ejemplo, allá es muy caro estudiar y la mayoría de mis amigos están prácticamente endeudados con la universidad y el Gobierno por poder sacar adelante su carrera. Por suerte me parece que, con todo este movimiento, el Gobierno por fin va a tomar cartas en el asunto, porque, como ha salido en todos lados, Chile despertó. Y se dio cuenta de que no puede seguir viviendo con más desigualdad, porque la educación y la salud son derechos y tendrían que ser para todos igual.
- ¿Qué sensación te dejó el presidente Piñera cuando salió a decir "Estamos en guerra"?
- Creo que la misma sensación que le causó a todos los chilenos, porque es una palabra con una connotación muy fuerte y potente: para una guerra, se necesitan dos, y el pueblo chileno demostró que no está en guerra sino manifestándose de manera pacífica por una vida más digna, algo muy sensato y válido. La respuesta del pueblo fue espectacular.
Varios futbolistas chilenos han salido a expresarse a favor del pueblo de Chile. ¿Te parece importante, como deportista y figura pública, expresarte sobre esto que está aconteciendo?
- Sí, me parece importante del mismo modo que todas las voces del pueblo que lucha por sus derechos. Aprovecho un poquito el ser una figura pública y el saber que, quizás, mis declaraciones tengan algo más de repercusión, pero sí me parece importante porque me sumo a la causa completamente y, a la distancia, me sumo a todas las manifestaciones que se están haciendo en el país por una vida mucho más igualitaria y digna. No me canso de repetirlo porque creo que es lo que el pueblo merece. Yo me siento con la responsabilidad de hacer sentir esto, porque estoy cien por ciento con el pueblo y porque un país no es nada sin él.
Entrevista: Malva Marani