Faltaban minutos para las diez de la noche del jueves cuando Rubí Del Mar Pérez saltó en medio de una lluvia de papelitos para celebrar que, con el 54 por ciento de los votos, se convirtió en la primera chica trans del país en presidir un centro de estudiantes. La consagrada, candidata de la agrupación GEB del MNR, adelantó que buscará la igualdad y la inclusión en el Iset 18 de Rosario, donde cursa el segundo año de la carrera de Locución. También tiene como ejes modificar los planes de estudios de las carreras y apuntar la conciencia medioambiental.

Rubí tiene 31 años y se crió en la localidad de Zavalla, a unos 20 kilómetros de Rosario. Fue en la escuela secundaria donde empezó a sentir discriminación. "Fui prácticamente obligada a dejar los estudios secundarios a los 15 o 16 años, por todo el hostigamiento que sufría por parte de compañeros y no compañeros. Era una carga negativa muy fuerte. Hace 15 años atrás no se hablaba con la libertad que se puede hablar hoy sobre diversidad sexual, travestismo o feminismo. Me sentí muy sola, más allá de mi familia, donde costó pero fue un aprendizaje para todos, porque pude abordar la transexualidad en el ámbito de mi familia desde otro punto", relató ayer. "Hoy muchas personas me piden disculpas. Mi transformación real fue a los 22 años, pero nunca le hice daño a nadie; quería graduarme, quería mi viaje a Bariloche, y me lo sacaron, me sacaron esas oportunidades. No entendía por qué ese hostigamiento. No pasa por un resentimiento, pero cuando hago esa pregunta, nadie me lo sabe responder".

Su nombre es una suerte de reivindicación de aquellos momentos difíciles. "Dentro de ese contexto de discriminación que me tocó afrontar, empezaron a llamarme Rubí por la protagonista mala de una novela; y cuando surgió el proyecto de ley de Identidad de Género (en 2012) yo les dije a las chicas de la comunidad, cuando trabajaba en un boliche, que me iba a poner ese nombre". No fue fácil, porque Rubí no figuraba en los registros de la provincia y tuvo que hacer un pedido especial a nivel nacional. "Haber transformado ese seudónimo negativo, cubrirlo de amor, que hoy sea mi nombre y que aparezca en todos lados, es súper emocionante", aseguró a Rosariol12.

La insistencia de su madre la ayudó a retomar el estudio, pero también pasó por otras situaciones. "Fue la voz de mi mamá: 'Estudiá, estudiá, formate, capacitate'", recordó sobre aquellas palabras. "Estudié en el Eempa José Pedroni, y me gradué con un vestido divino", ríe. Tenía 25 años; y aunque no hubo viaje de estudio recuerda la noche de graduación como "maravillosa". Tras ello encontró el "trabajo sexual como única salida laboral. Yo tenía una negativa a limitarme a eso por haber elegido vivir mi identidad y también el apoyo de unos amigos que como podían me bancaban para dormir, comer, vivir. No les podría fallar a ellos nunca, porque confiaron en mí", dijo.

Luego se anotó en la carrera donde empieza a cumplir sus expectativas. "Me estoy profesionalizando", se entusiasmó y adelantó que quiere seguir Comunicación Social.

Como flamante presidenta del centro de estudiantes, Rubí del Mar ya organizó sus ideas en tres ejes principales: "Quiero reformular el plan de estudios porque la última reforma data de la década del 90 y comprendemos que no se puede estudiar más de esa manera porque la tecnología nos lleva puestos y porque la manera de comunicar no es la misma. También, hacer mucho hincapié en todo lo que es género y diversidad sexual, con la presentación de un protocolo en el que trabajé todo el año para que entre en vigencia el año que viene. Y otra cuestión es crear conciencia medioambiental", enumeró.

 

Ayer por la mañana recibió miles de felicitaciones. "Primera presidenta Trans de un Centro de Estudiantes de Nivel superior! Ogulloses de esta compañera! #Orgullo socialista", celebró Esteban Paulón, subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual.