Escrita por Esquilo 458 años antes de Cristo, Agamenón es la primera de las tres obras que componen La Orestíada. Es la historia de una venganza por mano propia, venganza que tendrá como respuesta un verdadero ciclo de violentas acciones en represalia. Con la dirección de Manuel Iedvabni, la obra subió a escena en La comedia de Rodríguez Peña al 1000, con la actuación de Ingrid Pelicori y Osmar Núñez, quienes interpretan varios personajes cada uno sobre un fondo en el que se proyectan escenas compuestas en base al montaje de las imágenes digitales de los mismos actores caracterizados como los ancianos del coro, obra de Pauli Coton.
Hace dos años que Iedvabni viene elaborando esta puesta. Antes de comenzar a ensayar, Pelicori se encargó de realizar la versión consultando traducciones en castellano, inglés y francés. Lo que cuidó especialmente, según cuenta en la entrevista con Página/12, fue conservar el carácter poético del original pero atendiendo a la fácil comprensión de los sucesos narrados, atenta a la resonancia que los textos tienen en la actualidad. La situación de arranque de la tragedia es la llegada del rey Agamenón que viene de vencer a los troyanos. Su esposa, Clitemnestra, lo recibe aparentando una alegría que no tiene: planea matarlo para vengar la muerte de Ifigenia, hija de ambos, sacrificada a los dioses para obtener vientos propicios al momento de la partida de los guerreros.
Durante los dos años de aprontes, ambos intérpretes combinaron sus múltiples trabajos actorales con las reuniones para acumular ideas para este proyecto. “Pasó de todo --aseguran Pelicori y Núñez en la misma entrevista-- pero nunca perdimos el entusiasmo”. En este momento, Núñez acaba de estrenar Punto muerto, policial negro de Daniel de la Vega y termina su participación como la madre trans de una de las protagonistas de Pequeña Victoria, en Telefé. Por su parte, Pelicori se apresta a reestrenar Cae la noche tropical, sobre la novela de Manuel Puig y junto a su hermana la actriz Irina Alonso prepara un espectáculo basado en la biografía teatral de sus padres, Ernesto Bianco e Iris Alonso. La obra, Papá Bianco y las Alonso se estrenará en febrero en la nueva sede del teatro del Pueblo.
“Fue Manolo (Iedvabni) quien tuvo la idea de hacer la obra con solamente dos actores como en la época de Esquilo, aunque por entonces eran todos hombres”, afirma la actriz quien cuenta también que el director vio el trabajo digital que Coton realizó para la puesta de Bajo el bosque de leche y de allí surgió la idea de armar el coro en pantalla. También fue suya la propuesta de usar máscaras para multiplicar a los personajes, transformación que completan cambiándose el vestuario para identificar diferente edad y condición.
-De los que te toca interpretar, ¿qué personajes preferís?
Osmar Núñez: --Más que Agamenón y Egisto, prefiero a los personajes menos centrales porque siempre me gustaron los que están más alejados del poder. No solamente por una cuestión ideológica sino porque me atraen más los seres vulnerables, los que se esfuerzan en sobrevivir, los que tienen una mirada piadosa sobre la gente.
--¿Dónde no aparece el juego del poder?
O.N.: --Pensándolo bien, en realidad todos tienen necesidad de poder, hasta el vigía que está orgulloso porque va a ser él quien dará la noticia de la victoria. O el mensajero, que está más contento con la destrucción de la ciudad de los enemigos que de la victoria.
-¿Cómo es Clitemnestra, una reina con deseo de venganza?.
Ingrid Pelicori: --Clitemnestra tiene su propia herida que vengar con la muerte de Agamenon. Porque su hija fue sacrificada por la guerra, una cuestión de hombres y se supone que por eso ella no tuvo ocasión de intervenir. Es feroz, con algo de masculino en ese deseo de hacer venganza por mano propia.
-¿Y Casandra, la que predice el futuro?
I.P.: --Para mí Casandra representa la invisibilidad de la mujer. Nadie le cree cuando habla acerca de la tragedia que sucederá. Que a la mujer no se le crea es un tema muy actual. También la xenofobia que despierta, porque siendo una princesa extranjera termina esclava.
-¿Qué sugiere el coro en esta época?
I.P: --Siempre atento sobre las resonancias que un texto despierta hoy, a Manolo le interesó hablar del poder. Y de lo poco que puede incidir el pueblo en las decisiones de los poderosos.
-O.N.: Aunque sí está puesto el acento en que ese pueblo no abandona su lugar y sigue resistiendo y oponiéndose a lo que dictan los poderosos.
* Agamenón, Teatro La Comedia, Rodríguez Peña 1062, sábados, 20 hs.