Siete policías que prestaban funciones en la comisaría 3ª de la ciudad de Sunchales, fueron imputados ayer como coautores del delito de torturas. Además, a un octavo agente de la fuerza pública provincial se le atribuyó la autoría del delito de encubrimiento agravado. Las imputaciones fueron realizadas por las fiscales Gabriela Lema y Lorena Korakis en Rafaela. La jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) fue Cristina Fortunato. Por su parte, el Fiscal Regional de la Quinta Circunscripción Judicial, Diego Vigo, estuvo presente en las audiencias para respaldar la tarea investigativa de las fiscales.

Los imputados como coautores del delito de torturas fueron una subinspectora de 42 años, un subcomisario (38), un oficial (31) y cuatro suboficiales de 38, 30, 25 y 21 años. Por su parte, el encubrimiento agravado fue atribuido al comisario de 36 años. "Las víctimas fueron dos hermanos que estaban legítimamente privados de su libertad en la sede policial, a los que le impusieron tormentos físicos y sufrimientos psíquicos de gravedad", sostuvieron las fiscales.

Las funcionarias del MPA argumentaron que "los siete imputados como coautores de torturas actuaron de común acuerdo, en forma conjunta y mediante el reparto de tareas". "Los hermanos detenidos fueron llevados a la cocina comedor de la dependencia policial, fueron obligados a arrodillarse -uno de ellos maniatado por la espalda con precintos y el otro esposado- y luego fueron golpeados en distintas partes del cuerpo".

Las fiscales subrayaron que "a uno de los detenidos le bajaron el pantalón y lo amenazaron con abusarlo sexualmente. Además, utilizaron un palo de madera para golpear a uno de los detenidos en distintas partes del cuerpo, hasta que cayó al piso y comenzó a toser". Detallaron también que "minutos más tarde, volvieron a propinarles golpes de puño y patadas a los detenidos".

"A uno de los detenidos también le colocaron una bolsa de nylon en la cabeza, mientras que al otro lo empujaron contra un ventanal de vidrio, el cual atravesó con las manos esposadas, lo que le provocó graves heridas en distintas partes del cuerpo", precisaron.

 

"Aproximadamente 15 minutos después, el comisario imputado llegó al lugar. Tomó conocimiento de los tormentos infligidos a los dos detenidos, insultó a uno de ellos y con el fin de procurar la impunidad de los delitos cometidos e incumpliendo los deberes a su cargo, no comunicó debidamente a la autoridad competente lo sucedido", remarcaron las fiscales.