Fue la cobertura periodística de un cambio de gobierno anunciado. Desde temprano, las señales informativas dedicaron toda la jornada al proceso electoral. Durante la espera, Crónica HD sacó a relucir el ingenio de sus placas rojas, que con el antecedente del resultado de las PASO esta vez parecieron más planificadas -pero igual de graciosas- que en otras elecciones. “¡Argentinos Jr. campeón!”, “Hoy se come chori aunque llueva”, “Argentinos 52, Boca 34” y hasta una que marcó el récord por su longitud y que le habrá sacado una carcajada a más de un televidente: “Dólar: 65 Argentinos: 55 Boca: 31 Verano: 55 días Gallardo: 11 títulos Dujovne: ni idea”. El perro de Alberto Fernández protagonizó un par: “Dylan tiene nueva cucha” y otra “Dylan pelea y gana”, acompañando a un video en el que se veía a un perro pegándole una patada a un gato. No fue la única forma de “engañar” la veda electoral, entretener a la audiencia e informar primero: como ya lo había hecho alguna vez, el canal fundado por Héctor Ricardo García volvió a adelantar el reloj un minuto respecto del resto de las señales, para eternizar la primicia con zócalo de facto: “Alberto Presidente”.

Probablemente porque se trataba de una elección que parecía definida de antemano tras la diferencia obtenida en las PASO a nivel nacional, lo cierto es que la cobertura informativa televisiva estuvo signada por una expectativa periodística menor a otras elecciones. La prudencia o el temor a equivocarse en los análisis hasta no tener resultados definitivos no marcaron la jornada. En época de grieta, nadie dio mucho lugar a una posible “sorpresa” electoral. El mayor interrogante pasaba por la diferencia entre Fernández y Mauricio Macri, o por lo que sucedía en la elección de la Ciudad de Buenos Aires.

La elección a nivel nacional parecía tan definida que hasta en la pantalla de TN se adelantaron al escrutinio oficial cuando cerca de las 14.30 publicaron un supuesto resultado de la elección, con un zócalo que detallaba a los seis candidatos presidenciales, con sus correspondientes porcentajes de votos obtenidos. “Cuidado ahí, eh. Estamos con los porcentajes muchachos, eh”, avisó Sergio Lapegüe a los productores que habían tirado al aire ese zócalo que inmediatamente fue quitado de pantalla. Una violación grosera a la veda electoral, que luego el canal aclaró en un comunicado que se había tratado de un ”error” por una prueba y que los datos empleados por los técnicos eran “absolutamente figurativos”. Lo llamativo es que aún en esa prueba se imponía por amplio margen del Frente de todos sobre Juntos por el cambio: “50,58% A. Fernández, 29,98% M. Macri”.

También se pudieron observar algunos cambios respecto de las PASO. El “periodismo a ciegas” -cuando no hay datos oficiales- esta vez no sirvió para imponer análisis que expresaran deseos personales y que luego fueran refutados por los resultados. Nadie quiso pasar por ese papelón y todos los análisis estuvieron sobrevolando una única hipótesis: la victoria de “los Fernández” y la derrota de “Macri-Pichetto”. Si el deseo se había impuesto a la información en las PASO, en las generales la ecuación se dio vuelta. Y el orden de los factores sí alteró la cobertura.

El cronista de TN y El Trece Daniel Malnatti, volvió al “bunker” del Frente de todos pero sin la prepotencia que había mostrado el 11 de agosto. De igual manera, los analistas políticos propios e invitados en los canales del Grupo Clarín insistieron en la necesidad de que se reconociera la derrota y no se crearan falsas expectativas por parte del oficialismo, aunque el zócalo insistía: “Peña: Tal vez haya que esperar el escrutinio definitivo”. “Si se confirman los resultados, hay una validación electoral a los 12 años del kirchnerismo”, expresó Eduardo Van der Kooy en TN a las 19.30.

En C5N, en tanto, un exultante Gustavo Sylvestre y una más moderada Luciana Rubinska anunciaron a las 18 que habían cerrado los comicios, adelantando que la felicidad era de Alberto Fernández y Axel Kicillof, y que la incertidumbre pasaba por saber si había o no segunda vuelta en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras el jefe de gabinete Marcos Peña abría la catarata de conferencias de prensa, C5N acompañó toda su alocucíón con un zócalo: “Desazón y caras largas en el bunker de Macri”. En la transmisión en dúplex de América y A24, el sobre impreso en pantalla era contundente “amplia ventaja de Alberto Fernández”. Sin embargo, apenas 10 minutos después de haberse cerrados los comicios, Ceferino Reato volvió a la carga con un planteo clásico de su análisis para desviar la atención y -tal vez- plantear el debate que se viene. “La incógnita, si se confirman las bocas de urna, es quién va a gobernar, si Cristina o Alberto”, se preguntó.

Quienes buscaron informarse sobre la jornada electoral en la TV Pública se habrán quedado con las ganas. Haciendo honor a su política de apagón informativo durante el fin de semana, a excepción de cuando la caravana del “Sí se puede” se realizaba en esos días, el gerente de noticias Néstor Sclauzero decidió no mantener la cobertura ininterrumpida. Tras el noticiero que dio cuenta del cierre de los comicios, entre las 19 y las 20.45 las autoridades de la TV Pública prefirieron insólitamente dejar de informar sobre la elección presidencial y poner al aire el documental “El latido del bosque Atlántico”, sobre la fauna y flora en la cadena montañosa brasileña Sierra Del Mar. Misma estratégica de Telefe y El Trece, que programaron películas a esa hora, pero con la diferencia de que no son canales públicos. De no creer.

A las 21, cuando Rogelio Frigerio dio a conocer los primeros datos oficiales, con un ajustado 47,21 por ciento para el Frente de Todos y un 41,42 % para Juntos por el Cambio a nivel nacional, la cobertura y los análisis dejaron el uso de los verbos en potencial. Si bien ese porcentaje determinaba que Alberto Fernández era el nuevo presidente, no dejó de llamar la atención que algunos periodistas hicieran más hincapié en la corta diferencia de votos a nivel nacional y en los resultados de algunos municipios que en la noticia más importante que confirmaban esos datos: que el Frente de todos gobernará la Argentina durante los próximos cuatro años. “Alberto Fernández presidente electo”, era el lógico zócalo de C5N, mientras que al mismo momento en América Luis Majul insistía con su extraña tozudez: “No es una mala elección de Macri y tampoco de Fernández: para mí es un empate técnico”