Fuertes vientos atizaban el incendio que amenaza al condado de Sonoma, en California, que ya arrasó más de 12.000 hectáreas y obligó a ordenar la evacuación de unas 180.000 personas.
Según el Departamento de Bomberos de California, el fuego, que comenzó el miércoles por la noche, estaba contenido en apenas un 10% este domingo por la noche, en medio de condiciones climáticas excepcionales que fomentan su propagación.
Vientos con ráfagas de 145 km/h avivaban el incendio denominado "Kincade", que amenaza a decenas de miles de estructuras y que impulsa las llamas en terrenos remotos al norte de San Francisco, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Unas 180.000 personas tienen orden de evacuación obligatoria, incluyendo una larga franja del condado de Sonoma hasta el océano Pacífico y partes de la ciudad de Santa Rosa.
"Esta es la evacuación más grande que ninguno de nosotros en la oficina del Sheriff pueda recordar. Cuídense", tuiteó la oficina del sheriff de este condado ubicado al norte de San Francisco, una zona vitivinícola y turística cuya principal ciudad es Santa Rosa.
Al menos dos hospitales de Santa Rosa, el Hospital Kaiser Permanente y el Hospital Regional Sutter Santa Rosa, evacuaron pacientes durante el fin de semana a otros centros médicos.
El incendio, que comenzó el miércoles, había destruido hasta el sábado 77 estructuras y incluyendo 31 edificios residenciales.
Asimismo, más de 3.000 efectivos fueron convocados para combatir las llamas, dijo Jonathan Cox, portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
El comisario del condado de Sonoma, Mark Essick, dijo en una conferencia de prensa que cientos de policías respaldados por la Guardia Nacional habían sido desplegados en regiones bajo órdenes de evacuación para custodiar las propiedades y evitar los saqueos.
""Es como si estuvieras en un mal terremoto, el suelo se está abriendo ... y lo estás viendo y no sabes qué hacer", dijo Tina Tavares, de 70 años, quien fue evacuada de su casa en Geyserville, al periódico The San Francisco Chronicle.