Diciembre, conflictivo por excelencia en Argentina, es el mes en el cual los gobiernos ajustan sus políticas sociales ante el temor de situaciones violentas en las calles. En Santa Fe, la transición entre el gobernador Miguel Lifschitz y su sucesor Omar Perotti marca el pulso de la agenda política, pero al menos con respecto a este tema hay una coincidencia entre ambos sectores. "Haremos un refuerzo extraordinario, vamos a seguir contribuyendo para el fin de año y no solo para la coyuntura", confió a Rosariol12 el ministro de Desarrollo Social Jorge Álvarez. Del lado del gobierno futuro, quien suena como su reemplazante, el senador Danilo Capitani, adelantó que, al menos en este punto, está en la misma sintonía. "En el equipo de trabajo estamos convencidos que hay que aumentar aún más todos los recursos, especialmente en el tema alimentario, esto es lo primero", avisó el legislador.
Lejos está de ser calma la transición de gobierno entre socialistas y peronistas. El presupuesto no es el único punto de discordia entre los que se van y quienes llegan. Capitani, por ejemplo, se quejó del retaceo de información. "No hemos conversado con Álvarez de todos esos temas, lo único que se le ha pedido es la información que estaba dentro de las reuniones de transición, que lamentablemente se rompe con lo del presupuesto y otras leyes, que indudablemente van a limitar los recursos para la próxima gestión. Creemos que esas actitudes no hacen más que poner dudas sobre si se llega al 10 de diciembre en forma normal, teniendo en cuenta que hay un gobierno que fue electo en la provincia y merece que se cumpla con lo que había acordado en algunas reuniones", apuntó el oriundo del Departamento San Jerónimo.
El funcionario radical, en otro tono, mucho más medido y calmo, admitió que tuvo reuniones con quién "en teoría" será su sucesor y equipo. Pero lejos de confrontar, aseguró que en los encuentros mantenidos ambas partes coincidieron "en trabajo en conjunto y de manera coordinada garantizando la transición". Asimismo, el ministro consideró que tuvieron reuniones "de muy buen tenor" sobre la situación social hacia fin de año y las medidas a tomar, cuestión que el peronista aseguró que no fue tema de la mesa de transición del área. "Tenemos que tener en cuenta la realidad de quienes nos suceden, eso es responsabilidad política, el diálogo es importante máxime en un área sensible como esta", remarcó Álvarez.
El ministro afirmó que, pese a que la ley nacional de emergencia alimentaria fue sancionada, el gobierno nacional "no bajó un solo peso". "Estamos reclamando mayor asistencia a Nación", reveló el funcionario, quien dio cuenta de los 800 convenios que entabló la Provincia, 380 en Rosario, para contener situaciones de vulnerabilidad social en los barrios. "El trabajo en red es importante y da tranquilidad, sobre todo ante una demanda que ha ido creciendo, por lo que estamos efectivizando un mayor incremento de asistencia", reveló el radical y ahondó: "La preocupación está, pero uno transmite la tranquilidad de que hasta el 10 de diciembre hay una decisión del gobernador de seguir fortaleciendo todo lo que tiene ver con políticas sociales. El problema central es que Nación no envía dinero, pero desde la provincia aumentamos los recursos cuando no se había sancionado la ley de emergencia. Su aprobación iba a contribuir, pero hasta el día de hoy no ha llegado a nosotros ni a nadie".
Capitani, por su parte, reconoció que la situación "es muy compleja". "Con cada crisis se corre un poco más la línea, aumentan las desigualdades y es perjudicial para las familias y personas que están en lugar de vulnerabilidad", señaló, aunque remarcó que le pidió "varias veces" a Álvarez datos sobre el envío de aportes de parte de Nación. "No tengo información, la hemos pedido varias veces como para tener una idea de los recursos que se traducen de Nación a Provincia. Confiamos que las políticas del futuro gobierno nacional van a trabajar en este sentido y juntos, con la Provincia, vamos a enfrentar esta difícil situación que se está viviendo", cerró el senador.