El Banco Central anunció esta medianoche un refuerzo de los controles cambiarios. Los ahorristas minoristas sólo podrán comprar 200 dólares por mes a través de sus cuentas bancarias. La cifra baja a 100 dólares por mes para los que quieran comprar en efectivo. Hasta el viernes el cupo de compra era de 10.000 dólares mensuales. La medida de la autoridad monetaria impacta a más de 1 millón y medio de personas. La semana pasada el Central rifó cerca de 2000 millones de dólares para intentar frenar la suba del dólar hasta las elecciones con el único objetivo de apoyar la campaña de Mauricio Macri.
“Ante el grado incertidumbre actual, el directorio del Banco Central decidió tomar este domingo una serie de medidas que buscan preservas las reservas. Las medidas anunciadas son transitorias hasta diciembre de 2019”. Estas fueron las palabras usadas por la entidad a cargo de Guido Sandleris para argumentar el anuncio.
La pregunta del millón es por qué si la intención es cuidar el nivel de las reservas internaciones se modificó recién ahora el esquema de controles. Las reservas desde agosto bajaron más de 20 mil millones de dólares. La respuesta es obvia. Y el costo del retraso se suma al debe de lo que le salió al país la campaña de Juntos por el Cambio.
En el detalle de la medida del Central se precisaron los nuevos límites de compra mensual. “Se establece un límite de 200 dólares mensuales para la compra de dólares para personas físicas con cuenta bancaria y de 100 dólares a la cantidad de dólares que pueden ser comprados en efectivo. Estos límites no pueden ser acumulativos”. El nuevo cupo de compra generó sorpresa. El mercado especulaba con una cifra menor a 3000 dólares pero mayor a 1000.
Una de las principales consecuencias del anuncio es que la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo registraría un nuevo salto. El viernes pasado, el tipo de cambio paralelo cerró en torno de 76 pesos. Esta cifra se podría disparar por encima de 80 siguiendo la cotización del contado con liquidación.
El mes pasado, los ahorristas minoristas hicieron compras por 2500 millones de dólares y en octubre la cifra posiblemente haya sido igual o más elevada. Por ahora no hay datos oficiales. Los nuevos cupos por persona reducen sensiblemente la cifra para noviembre. La cantidad de personas que todos los meses suelen comprar dólares es cercana al millón y medio de individuos. El máximo que podrían llevarse en un mes es de 300 millones de dólares.
El nuevo esquema cambiario permite contener uno de los puntos de presión sobre las reservas. Por caso la semana pasada la autoridad monetaria llegó a sacrificar en un sólo día 600 millones de dólares sin poder frenar la suba del dólar minorista. El problema de la nueva medida es que parece llegar a destiempo y potenciar algunos desequilibrios en el mercado financiero.
El tipo de cambio oficial podría llegar a bajar por la menor demanda para ahorro. Pero el resto de las cotizaciones financieras (desde el contado con liquidación y el dólar bolsa hasta el tipo de cambio paralelo) podría registrar el efecto contrario agrandando la brecha cambiaria. Este cupo de entre 100 y 200 dólares mes no es tan distinto a una estrategia de desdoblamiento cambiario. Los importadores y exportadores usaran el dólar oficial mientras que el resto de empresas, inversores y personas deberá dolarizarse con un tipo de cambio financiero.
La medida del Central permite observar dos cosas. La primera es la desesperación del organismo por frenar la corrida cambiaria. La segunda es la falta de criterio para hacer política económica en los últimos meses. La entidad decidió perder más del 35 por ciento de las reservas internacionales antes de aplicar esta medida destruyendo el balance del Central.
La próxima gestión deberá arrancar con un organismo prácticamente sin reservas disponibles. Por lo menos 3 de cada 4 dólares de la autoridad monetaria son deudas. No es el único problema a nivel financiero. Los controles cambiarios ahora se volvieron más estrictos que en diciembre de 2015. La tasa de interés en pesos es de casi el triple, la inflación es más del doble y el nivel de deuda con acreedores externos es 100 por ciento mayor que en ese momento.