El peronismo volvió a ganar la provincia de Buenos Aires de la mano del ex ministro de Economía, Axel Kicillof, al imponerse con un contundente 52,2 a 38,5 con el 93,8 por ciento de las mesas escrutadas. Hace poco más de un año, la gobernadora María Eugenia Vidal parecía tener la reelección asegurada e incluso se especulaba con la posibilidad de que se postulara a presidente en lugar de Mauricio Macri. Sin embargo, la crisis económica nacional y una gestión local deficiente terminaron sellando la suerte de la “estrella” de Cambiemos frente a un candidato que se construyó a si mismo recorriendo toda la provincia en auto desde los inicios del macrismo.
El festejo
“Hay muchísimos factores que explican lo que hace algunos meses muy pocos preveían, pero tengo la convicción que ha sido fundamental y crucial la unidad del campo popular, de todos estos dirigentes en la provincia de Buenos Aires”, aseguró Kicillof, el primero en hablar en la sede del Frente de Todos en Chacarita, pasadas las 22:45 ante una multitud. A su lado estaban el presidente electo Alberto Fernández, la vicepresidenta electa Cristina Fernández y los principales referentes del peronismo.
Kicillof aprovechó para hacer un breve repaso de cómo se deterioraron los principales indicadores socioeconómicos durante el macrismo. “Hemos estado recorriendo toda la provincia y toda la argentina y lo que hemos visto es que la situación económica que tenemos delante después de cuatro años del gobierno de Macri y del gobierno de Vidal es de tierra arrasada. En cuatro años va a haber una caída de 9 puntos del nivel de actividad en términos per cápita, la desocupación en 2015 estaba en 5.8 y hoy está en 10,6 por ciento. Quiero que tengamos esto en cuenta porque no es un número vacío. En términos de trabajo formal son 167 mil puestos de trabajo menos”, remarcó. También se refirió al crecimiento de la deuda externa que trepó del 41 al 91 por ciento del producto.
En lo que refiere específicamente a la provincia, el flamante gobernador bonaerense aseguró que “no hay sector que se haya salvado de esta situación económica. 9000 comercios y 3300 pymes industriales cerraron en la provincia de Buenos Aires y como si fuera un calco de la nación la deuda pasó de 9000 a 12.000 millones de dólares. Les digo esto porque estamos delante de un fracaso del programa económico neoliberal, un fracaso de una forma de gobernar”.
“Vamos a gobernar la provincia y la nación para crear trabajo, para apuntalar la salud y la educación pública, para devolverles los derechos que les sacaron a los sectores medios, a los productores, a los que menos tienen”, agregó el ex ministro, quien había comenzado la jornada yendo a votar a la Escuela Primaria 10 de la localidad de Manzanares a las 11.10 acompañado por su mujer y un grupo de asesores. “Ahora se va a gobernar la provincia para unificarla, para devolverle su identidad, para devolverle su orgullo, para apuntalar su producción, para buscar todo ese potencial que la provincia tiene. Primero vamos a recuperar lo perdido y después seguiremos avanzando hacia el futuro”, concluyó el gobernador electo.
La derrota
Más temprano, María Eugenia Vidal reconoció la derrota en un breve discurso con el que ratificó que seguirá participando en política. “Quiero felicitar a Axel Kicillof y a todo su equipo por la excelente elección en la provincia de Buenos Aires. Siempre dije que mi compromiso era con todos los bonaerenses, los que nos elijen y los que no, siempre dije eso y que mi lugar era de servicio así que en los próximos días espero que empezamos juntos una transición democrática como corresponde y en conjunto”, sostuvo a las 22 horas.
Cuando los presentes en el bunker de Cambiemos corearon su nombre, la mandataria aprovechó para dejar en claro que intentará no ser una estrella fugaz de la política. “No elegí comprometerme con la provincia por una cargo o una elección. Ni hoy ni el 10 de diciembre se termina nada. Empieza otra etapa. Voy a seguir al lado de ustedes. Las urnas no matan los sueños. En todo caso nos dicen que este no es nuestro momento, que tenemos que mejorar”, subrayó. “Dios me dio un descanso para que recupere mis fuerzas y para que volvamos a dar juntos las pelea que haga falta”, concluyó con un toque místico más propio de su aliada Elisa Carrió.
El mapa
El triunfo de Kicillof estuvo apuntalado fundamentalmente por el conurbano bonaerense. De hecho, al cierre de esta edición se imponía solo en tres de las ocho secciones electorales de la provincia: la 1 y la 3 (que incluyen a los partidos del conurbano) y la sección 2, que empieza en Zarate por la ruta 9 y llega al límite con Santa Fe y por la ruta 8 desde San Antonio de Areco hasta Pergamino.
Con el 93,6 por ciento escrutado, en la sección 1 ganaba 51,9 a 38,3 por ciento. En esa sección sobresalieron los triunfos en los distritos de José C. Paz (66,6 a 28,3 por ciento) y Merlo (64,8 a 24,2 por ciento). En esta región hubo varios distritos con corte de boleta, uno fue el registrado en Tres de Febrero donde Kicillof ganó por 48,1 a 41,6 por ciento, pero Juan Debandi, del Frente de Todos, perdió la intendencia con Diego Valenzuela 47,1 a 43,8 por ciento. No obstante, el Frente de Todos recuperó Morón de la mano de Lucas Ghi.
En la sección 3, Kicillof ganó por 59,8 a 30,4 por ciento, fundamentalmente por el aporte de La Matanza (64,8 a 25,2 por ciento), Florencio Varela (67,7 a 22,6 por ciento) y Quilmes (55 a 35,7 por ciento). En este último distrito, el peronismo además recuperó la intendencia gracias al triunfo de Mayra Mendoza sobre Martiniano Molina.