En un búnker con caras largas, el jefe de gobierno porteño llevó la única sonrisa de la noche. En la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta fue reelecto con el 55 por ciento de los votos y el PRO logró conservar en primera vuelta su principal bastión electoral, donde gobierna desde 2007. "Gracias a los que no nos votaron porque nos demuestran que se puede mejorar", dijo Larreta. Detrás quedó el candidato del Frente de Todos, Matías Lammens, con el 35 por ciento de los votos, cuatro puntos por encima de los que obtuvo en la elección primaria de agosto. Varios escalones abajo se ubicaron Matías Tombolini (Consenso Federal), con 5,41 por ciento, y Gabriel Solano (FIT-Unidad), con 3,6 por ciento. "También aprendí de ellos, de sus propuestas de sus iniciativas. Los voy a convocar para que trabajemos todos juntos en la ciudad", adelantó el ganador.
El vicejefe de gobierno, Diego Santilli, fue el primero en hablar. Su tarea era difícil: intentar levantar los ánimos en Costa Salguero, donde las caras largas eran mayoría por las derrotas a nivel nacional y bonaerense. Pero él tenía algo para festejar. Algunos minutos después entró Rodríguez Larreta. "Con ellos empezamos este camino y dejaron marcada su huella con su esfuerzo y su trabajo en la transformación histórica en la Ciudad", dijo. En línea con el discurso vecinal que se llevó adelante en la campaña, remarcó: "Estos años fueron de mucho trabajo, nos acompañaron cada uno de ustedes, estuvieron en cada reunión, en cada manzana y en cada barrio. Estoy muy feliz". En el escenario lo acompañaron su esposa, la empresaria Bárbara Diez, sus candidatos a senadores nacionales Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri y los aspirantes a diputados Maximiliano Ferraro y Victoria Morales Gorlari. "A los que no nos votaron les agradezco que siempre nos muestran que siempre podemos mejorar", agregó.
Pese a que la fórmula de Lammens y Gisela Marizotta apuntaba a que Larreta quedara por debajo de los 50 puntos, para aspirar a dar pelea en una segunda vuelta, desde el Frente de Todos destacaban estar "contentos con la campaña", en la que mostraron austeridad y cercanía con los porteños para acercarles sus propuestas. Si bien desde el entorno de Lammens no descartaban la posibilidad de que el candidato ocupe algún cargo en el gobierno de Alberto Fernández, sí destacaban que el dirigente está satisfecho con haber consolidado "un liderazgo que por primera vez está en condiciones de disputarle el poder al macrismo". "Hace cuatro meses el 70 por ciento del electorado no lo conocía, hoy conduce al principal espacio opositor", enfatizaron.
Además, con los votos obtenidos, remarcaron que lograron superar el techo del 25 por ciento que el peronismo tenía en el distrito. Algunos minutos después de que los dirigentes nacionales y de la Provincia de Buenos Aires del Frente de Todos se bajaran del escenario, el candidato porteño saludó al ganador desde sus redes sociales. También saludó a sus votantes: "¡Gracias a los más de 670 mil porteños y porteñas que nos acompañaron en esta gran elección!".
Por primera vez, desde que se consolidó a la Ciudad como autónoma, en 1994, un candidato a gobernar la ciudad más rica del país ganó la elección en primera vuelta. Este fue el objetivo que el macrismo puso en la mira a principio de año. Para esto sumó a la alianza al radicalismo, encabezado por Martín Louestau, que en 2015 fue su principal opositor. También sumó al socialismo de Roy Cortina, que se conformó con quedar tercero en la lista para la Legislatura. Al igual que en la elección nacional, la disputa entre los dos principales candidatos se comió algunos de los votos que, en las primarias, fueron para las demás listas. Tombolini pasó del 7 al 5 por ciento, mientras que Solano fue del 4 y al 3 por ciento.
En la jornada también se renovaron la mitad de las bancas de la Legislatura, 30 sobre 60. Algunos de los principales dirigentes que entrarán al cuerpo legislativo porteño por el Frente de Todos son Claudia Neira, Claudio Ferreño y Ofelia Fernández, que con 19 años se convierte en la legisladora más joven del continente. Por el oficialismo, Diego García Vilas y la ministra de Salud, Ana María Bou Pérez, ocuparán dos de las 18 bancas que el macrismo renueva.
La historia del PRO en la Ciudad de Buenos Aires tendrá un nuevo capítulo, hasta 2023. El partido que originalmente se presentó como vecinal, pero contaba con dirigentes de partidos conservadores como la UCeDé, ganó por primera vez la Capital en 2007, con la fórmula de Mauricio Macri y Gabriela Michetti. Luego tuvo otro mandato entre 2011 y 2015, esta vez con María Eugenia Vidal como vice.
Una vez que el ex presidente de Boca asumió como Presidente de la Nación, le dejó el distrito a una de sus personas de mayor confianza: Rodríguez Larreta. Ahora, con su reelección, extenderá a 16 años el mandato del PRO en la ciudad más rica del país.